Atributo: Dios creador de todas las cosas.
Planeta: Luna.
Coro Angélico: Guardianes.
Sefiráh: Yesod.
Horario de regencia: de 23 a 23:20 horas.
Se lo invoca para:
· Cambiar
nuestros hábitos de pensamientos.
· Ayudarnos en
la recuperación de drogas y alcohol.
· Darnos
confianza y optimismo.
Los nacidos bajo su regencia:
Quien nace bajo su influencia puede dominar todos los fenómenos de la
naturaleza (los poderes, la energía). Tendrá siempre ideas de confianza y
optimismo en todos los sectores de su vida sentimental, social y profesional.
Es un poco reservado y a veces introspectivo. Percibe todo a su alrededor y
cuando es necesario entrar en acción inmediatamente. Su imagen es íntegra y no
tiene nunca nada que esconder. Espiritualizado, desprendido de todo lo que no
sea esencial. Consigue regenerar personas, plantas o animales. Busca mucho su
propia verdad y es un verdadero liberal y podrá ser un conocedor de
organizaciones cósmica como la gran Fraternidad Blanca y aspectos elevados en
lo que se trate a la Angelología. Tiene una gran intuición y recibe una gran
información a través de esto. Su religión es la verdad y es dueño de su
destino.
Citas bíblicas:
Y dijo Dios:
« ¡Que exista la luz!»
Y la luz llegó a existir.
Génesis 1:3
Y la luz llegó a existir.
Génesis 1:3
En el
principio ya existía el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios.
Juan 1:1
y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios.
Juan 1:1
JABAMIAH:
‘EL FILON DE ORO ESPIRITUAL’
La historia que a continuación os voy a contar, es la historia de un
verdadero buscador de oro, que tras muchos años de búsqueda logro un día
encontrar lo que deseaba, un maravilloso filón, pero no sabemos si aquel
hallazgo vino a traerle la felicidad o por lo contrario sería portador de
desgracia. Veámoslo.
Habían sido doce años, doce pesados y largos años de incansable trabajo,
de ir de acá para allá sin conocer lo que era un merecido descanso, durmiendo
la mayor de las veces teniendo el firmamento por techo y alimentándose tan solo
de lo que era capaz de encontrar a su paso.
Pero al final mereció la pena pasar todas aquellas calamidades, pues el
hallazgo de aquel filón, le había convertido en un hombre rico, muy rico.
El loco y harapiento buscador que un día partiera huyendo de los
sinsabores de la pobreza, volvía convertido en un acaudalado y respetado señor.
Nadie le habla reconocido y muchos de los que antaño le habían
despreciado ahora revoloteaban a su alrededor intentando ganar su simpatía y
confianza, para que se sintiera atraído por aquella falsa amistad y compartiera
con ellos su riqueza.
Aquella hipócrita situación le divertía y Jabamiab dejo que lo
agasajaran durante un tiempo aprovechándose de su ventaja, hasta que llego el
día en que les dio una buena lección.
Todo parecía sonreírle desde que tuvo la fortuna de convertirse en un
hombree rico. Se sentía amo y señor de aquel pueblo. Tenía tanto poder su
dinero que podía comprar cuanto quisiera, hasta la moral de sus habitantes.
Poco a poco se fue apoderando de todo y para asegurar que el dinero nunca
le faltase construyo salones de juego donde todos los días robaba a cuantos
jugaban en ellos, sin que estos lo supieran.
Desde que el llego, Luven se había convertido en una ciudad corrompida,
y todos cuantos a ella llegaban quedaban seducidos por sus encantos, y cuando
salían, muchos intentaban suicidarse, pues nada les quedaba para seguir
viviendo.
Cierto día, Jabamiah sufrió un terrible accidente y tuvo la mala fortuna
de quedar invalido. Ni todo el oro del mundo podía devolver la sensibilidad a
sus piernas que habían quedado paralizadas.
De la noche a la mañana, el hombre más feliz de la tierra se había
convertido en el más desgraciado. No quería hablar con nadie, únicamente quería
estar solo. Comprobó que siempre lo había estado, aunque aparentemente
estuviese rodeado de mucha gente. Todos le habían buscado por su riqueza, jamás
nadie le necesito como persona.
Aquellos pensamientos fueron ocupando su lente y le martilleaban con
dureza. Tantos años perdidos con el único propósito de hacer riquezas, para qué?
La vida – pensó -, era algo más que poseer y poseer. Cuando había dado el? No
pudo encontrar respuesta.
Jabamiah se sentía cada vez más desconsolado. Ya no le importaba ser un
hombre invalido, le importaba y mucho, ser un hombre corrompido y se dijo que
debía hacer algo para evitarlo.
Y así lo hizo. Lo primero fue construir un templo donde las almas de
Luven pudieran encontrar la paz que el ahora sentía. Más tarde construiría
colegios, jardines y casas para cuantos necesitasen de ellas.
Sintió Jabamiah, como ahora su vida era más plena. No podía andar, pero
sus acciones lo hacían por él. Aunque no por mucho tiempo, puesto que su
naturaleza cambio tanto, que sus órganos enfermos recobraron la salud, y aquel
buscador de oro encontró un nuevo filón, pero se trataba en esta ocasión del
oro espiritual, el eterno poder del espíritu.
* Definición de Filón: Relleno de minerales en la corteza terrestre.
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