Atributo: Dios que todo lo ve.
Planeta: Luna.
Coro Angélico: Guardianes.
Sefiráh: Yesod.
Horario de regencia: de 22:40 a 23 horas.
Se lo invoca para:
· Abrir la
percepción para encontrar objetos perdidos o robados.
· Influenciar
sobre la fama y fortuna de abogados y magistrados.
Los nacidos bajo su regencia:
Aspecto evolucionado: los nacidos bajo este Ángel serán dotados de
fuerza y energía, siempre actuando de forma benéfica con los demás allegados.
Poseerá un magnífico genio inventivo y una fuerte misión que cumplir con
respecto a su familia. Tiene gran capacidad de participar del sufrimiento de
sus personas amadas. Dotado de fuerte intuición que se manifiesta a través de
su inteligencia analítica. Estará desligado de los impulsos y las tendencias
materiales. Tendrá gran facilidad de adaptación y voluntad de aprender. Nunca
se sentirá amedrentado al enfrentar las pruebas y deberá saber que cada vez que
pierda en el plano físico, gana en el espiritual.
Cita bíblica:
Tú, Señor,
eres mi porción y mi copa;
eres tú quien ha afirmado mi suerte.
eres tú quien ha afirmado mi suerte.
Salmo 16:5
ROCHEL: ‘EL
TESTAMENTO’
La paz del reino de Lusol dependía de aquel manuscrito firmado y sellado
por el Soberano momentos antes de abandonar su cuerpo físico.
Su sublime voluntad tenía en jaque a muchos en palacio que como buitres
revoleteaban deseosos que su víctima, el moribundo rey, les tuviese en cuenta a
la hora de redactar su testamento.
- El rey ha muerto -grito una voz desde la torre más alta de palacio -.
Inmediatamente aquella noticia se fue transmitiendo con rapidez, y en
pocos minutos era conocida por todo el reino.
Las campanas del Sagrado Templo repicaron doce veces como anunciando al
cielo la llegada de un nuevo viajero.
Mientras tanto y con la ansiedad de lobos hambrientos, los herederos
esperaban recibir noticias del consejero real, que daría lectura al testamento.
- Yo, Yesthip como único Soberano de Lusol, con plena conciencia de mis
actos, dejo en manos de Rochel…
Tras aquella revelación, el consejero no pudo seguir leyendo el
manuscrito, pues la rabia de aquellos que esperaban ser reconocidos como
herederos al trono, se lo impidieron.
- No puede ser, el viejo estaba loco. Ese testamento no es válido,
debemos evitar que se cumpla su voluntad –dijeron todos violentamente -.
- … que nada ni nadie pueda impedir que mi voluntad sea cumplida -término
de leer el Consejero -.
Pero aquellas últimas palabras, tan solo fueron oídas por Rochel, el
único heredero.
Aquello no quedaría así, los hermanos de Rochel estaban dispuestos a
todo para conseguir el poder del reino, y aquella ambición les llevo a pensar
un plan malévolo.
A la mañana siguiente, nada más despuntar el alba, un vocerío vino a
llamar la atención del futuro monarca.
- Señor, señor despertad, pues ha sucedido algo terrible -vociferaba el
Consejero Real -.
-Tranquilízate y dime que ha ocurrido -expreso Rochel -.
-El manuscrito del testamento ha desaparecido, lo han robado esta noche
mientras dormíamos -contesto el nervioso consejero -.
-Ha sido obra de los hermanos, pero será difícil demostrarlo. Sin
testamento no se reconocerá el derecho al trono.
Tenia razón el joven Rochel, y aquello lo sabía muy bien los causantes
de aquella desaparición.
Ya entrada la mañana, Rochel fue requerido por el Consejo Real, pues sus
hermanos habían solicitado una reunión especial para repasar el testamento. Era
la excusa que esperaban para desacreditar al heredero. Al no poder presentar el
testamento, ellos solicitarían por derecho de edad el acceso al trono.
Rochel sabía que tenía que actuar pronto. El tiempo obraba en su contra
y ya a penas le quedaba unos minutos para decidir qué hacer. Se sintió abrumado
por todo lo que estaba sucediendo y busco un momento de paz interior antes de
hacer frente a aquella traición.
De repente y a pesar de estar sus ojos cerrados, una luz apareció en su
mente y sin saber cómo, un paisaje tomo vida en su interior. Era el bosque de
Lusol. Vio como un hombre encapuchado escondía entre unas piedras un papel. Era
el manuscrito sellado y firmado por el rey.
Aquella visión le sobresalto y volvió en sí, recuperando de nuevo la
conciencia. Acababa de ver donde se encontraba el testamento y una voz interior
le decía que debía ir hasta él.
Así fue como Rochel recupero su poder como heredero y puso fin a la
malicia de sus hermanos, que vieron sorprendidos como sus astutos planes de
nada les habían servido.
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