Atributo: Dios en 3 personas (Dios
manifestado)
Planeta:
Sol.
Coro
Angélico: Principados.
Sefiráh:
Tiferet.
Horario
de regencia: de 13:20 a 13:40 horas.
Se lo
invoca para:
·
Tener firmeza en nuestra evolución.
·
Seguir la luz del amor.
·
Retornar a la fe de Dios.
·
Protegernos contra las calamidades.
Los
nacidos bajo su regencia:
Quien
nace bajo su regencia ama la verdad y es cumplidor de sus deberes y
obligaciones. Fuerte poder de concentración y sabiduría para discernir y
juzgar. Enfrenta los problemas con naturalidad y en su existencia siente que
Dios le reserva una gran misión, pero nunca sabe cuándo ésta va a comenzar.
Probablemente su misión comienza cuando encuentra la pareja ideal, pues el
cumplimiento de esta misión debe estar acompañado de la persona amada. Tendrá
voluntad de tener hijos para que éstos continúen con las enseñanzas de la
verdad. El Ángel de regencia le concede también el don de la comunicación, el
carisma y la facilidad de aprendizaje de los más diversos asuntos,
principalmente en el área esotérica. Probablemente comenzará a trabajar muy
temprano, teniendo tendencia a los trabajos ligados a la espiritualidad.
Buscará la verdad en las enseñanzas de los grandes maestros profundizando en el
estudio de los libros apócrifos (los que no fueron canalizados para la Biblia),
y estará siempre al servicio de Dios. Buscará siempre la armonía y enseñará a
las personas a convivir en una nueva religión, aquella que trasciende el templo
y que viene del corazón. Tendrá muchos amigos y adeptos a sus ideas y podrá
tener puntos de vista que entrarán en conflicto con otras religiones. Será
especialista en dialectos religiosos y un experto en descifrar datos sagrados.
Gran transformador del mundo, vivirá una vida espléndida y será feliz.
Cita
bíblica:
Señor,
líbrame de los labios mentirosos
y de las lenguas embusteras.
y de las lenguas embusteras.
Salmo
120:2
HAHAHEL: ‘EL SUMO
SACERDOTE’
Las
campanas de la alta torre de la iglesia repicaron con tristeza en aquella
mañana de frio invierno.
En
esta ocasión tenían la desagradable misión de anunciar la pérdida de un ser
querido, pero también con aquel acompasado repique llamaba a las puertas del
cielo donde seria recibido con alegría y regocijo.
Hahamiah,
había sido durante 40 años el Sumo Sacerdote del reino de Hoch y no había un
solo habitante en él, que no le amase. Su bondad, su humanidad, su sabiduría
había ganado los corazones de todos ellos, y ahora no podían evitar el sentir
egoístamente su marcha.
El
rey de Hoch se encontraba profundamente conmovido. Habamiah había sido como un
segundo padre y durante toda su vida no había conocido a otro ser más sabio. Su
guía espiritual y sus consejos, le habían permitido reinar durante todos
aquellos años en la más esplendorosa paz.
-
Quien sustituiría a Habamiah? -se preguntaba en aquellos difíciles momentos el
rey -.
Muchos
eran los aprendices que el sabio tenía a su cargo, pero hasta ahora ninguno de
ellos había demostrado su eficacia como sacerdote.
El
Monarca temía no encontrar al sustituto adecuado y por ello convoco al Gran
Consejo y le expresó su preocupación.
-Amigos
míos, el reino ha quedado sin guía espiritual y como bien sabéis no podemos
gobernar si una de las dos columnas del Templo falta. Os he reunido para que le
asesoréis sobre qué camino he de tomar.¿Quien ocupara su lugar? -advirtió el
rey -.
-Compartimos
tu preocupación Majestad -dijo uno de los ancianos-, y hemos pensado que entre
los aprendices debe haber alguno que pueda sustituir al sabio Habamiah.
-Debe,
debe… -exclamo el rey enfadado -, no quiero suposiciones, quiero hechos.
-Pongámosles
a prueba -dijo otro de los ancianos-, pidámosles que elaboren un ritual que sea
digno para dar sepultura al Maestro Habamiah. Aquel que mejor lo haga, ese será
el que ocupe su lugar.
Así
se le comunico a los cuatro candidatos y estos se pusieron a trabajar. Al cabo
de dos días los trabajos estaban terminados, y se lo expusieron al consejo de
ancianos precedido por el rey.
El
primero de los aspirantes se preocupó de alabar sus grandezas. Glorifico su
nombre semejándolo a Dios.
El
segundo hizo un cántico poético que con dulzura exaltaba la pureza del Maestro.
El
tercero, escribió un largo discurso donde narraba la vida del sabio.
En
cambio el cuarto no había escrito absolutamente nada, pero cuando le
preguntaron, dijo:
-Nuestro
corazón esta triste porque hemos dicho adiós a una amigo, a un Maestro. pero no
olvidemos que también es un hombre, y el alma humana no pertenece a este mundo.
Su patria esta más allá de estos confines, allí donde reina la armonía de las
esferas creadas por Dios. Por lo tanto elevemos nuestros corazones y pidamos al
creador que guie sus pasos por el sendero de la Luz, para que pronto pueda
fundirse con el.
Aquel
aspirante era Hahahel, y con sus palabras gano la confianza de todos.
A
partir de aquel día Hahahel sería el nuevo guía espiritual, y lo haría también,
que no echarían en falta la ausencia de Habamiah.
No hay comentarios:
Publicar un comentario