Atributo: Dios digno de admiración.
Planeta:
Júpiter.
Coro
Angélico: Dominaciones.
Sefiráh:
Jesed.
Horario
de regencia: 11: 40 a 12 horas.
Se lo
invoca para:
·
Mantenerse en los empleos.
·
Conservar lo que se tiene.
·
Encontrar objetos perdidos.
·
Protegernos contra calumnias y
maldiciones.
·
Para tener noticias sobre personas
distantes.
Los
nacidos bajo su regencia:
Aspecto
evolucionado: Tendrá mucha fuerza de voluntad. Será sagaz con confianza sobre
sí mismo y directo en la manera de hablar. Excelente amigo y compañero, amante
apasionado pero se ofende con cierta facilidad y critica inmediatamente algo
que no le gusta. Actúa con discreción y astucia, asume responsabilidades con
dedicación y seriedad. Perfeccionista dedicado al trabajo, espera la misma
postura de las personas con quien trabaja. Los negocios personales alcanzarán
siempre los objetivos propuestos. Con su personalidad y carisma será bien
recibido en su medio de trabajo. Optimista, independiente, activo y avanzado
considera la honestidad y la verdad aspectos de mucha importancia en la vida.
Está en desacuerdo con algunos puntos de su religión, sobre todo por su falta
de practicidad. Será llamado profeta por su visión profunda de las cosas,
principalmente en el aspecto social. A pesar de saber que cuenta con la fuerza
de su Ángel, equivocadamente sólo pedirá auxilio cuando se le agoten otros
recursos.
Cita bíblica:
Señor, yo
amo la casa donde vives,
el lugar donde reside tu gloria.
el lugar donde reside tu gloria.
Salmo 26:8
MENADEL: ‘UNA VIL
CALUMNIA’
Esta
es la historia de dos niños muy diferentes el uno del otro, pero, a los que el
destino caprichosamente o no, unió. Pero veamos como ocurrió:
Acababa
de dar comienzo el curso y los alumnos como era costumbre en aquellos primeros
días, se iban conociendo, pues muchos eran nuevos en el colegio.
Así
fue, como se encontraron por primera vez Brusco y Fidel. Ambos habían
coincidido en el mismo pupitre, por lo que serían compañeros a lo largo de todo
el año. Pero no sería esa la única cosa que compartirían en común, ya que ambos
aspiraban a formar parte del equipo de atletismo de la escuela, y los dos
pretendían ser el mejor.
Bueno,
aquello presentaba un pequeño problema, y ellos lo sabían. Para poder formar
parte del equipo de atletismo de la escuela debían ganar el puesto, ser muy
buenos estudiantes en clase y aprobar todas las asignaturas, pues tan solo uno
seria el elegido por clase.
Aquel
requisito siempre había creado una limpia competencia que estimulaba a los
estudiantes a sacar buenas notas, pero en aquella ocasión la competencia no
conseguiría su objetivo, pues lo que debió ser una relación amistosa entre
compañeros, se convirtió en una sucia rivalidad.
Brusco
no tenía escrúpulos y estaba dispuesto y decidido a utilizar cualquier artimaña
para conseguir ser elegido para el equipo, y esto, lo demostraría muy pronto.
Acababan
de hacer público los profesores un comunicado donde se recogían los días de
exámenes.
Aquella
era la oportunidad que Brusco estaba esperando. El era un experto en el arte de
copiar con chuletas en los exámenes, y ahora, tendría la ocasión de
demostrarlo. Pero no se contentaría con eso, puesto que debía eliminar a su
competidor, a Fidel.
Durante
toda una tarde estuvo pensando cómo podría acabar con su rival. Maquinaba uno y
otro plan hasta que al final concibió una acción maliciosa.
Llego
el día del primer examen. Brusco no había estudiado lo mas mínimo, confiaba en
su habilidad para copiar, y así lo hizo. Le resulto tan fácil que se animó para
seguir haciéndolo en los días siguientes. Mientras tanto, su plan estaba
fraguándose.
Llego
el segundo día de examen y ese era el elegido por Brusco para llevar a cabo su
mala idea.
Cuando
el profesor se acercó a su pupitre, Brusco dejo caer un papel con apuntes a los
pies de Fidel el cual no se dio cuenta de ello, pero el que si lo haría fue el
profesor, que al leer su contenido se dirigió al inocente Fidel recriminando su
acción.
-No
me esperaba esto de ti Fidel. Quedas expulsado del examen -dijo enfadado el
profesor -.
Fidel
vio inútil defenderse, pues la rabia del profesor no daba lugar a discusiones.
Mientras
tanto Brusco aprovecho aquella oportunidad para asegurarse de que su compañero
seria castigado, y para asegurarse de ello, le acuso al profesor.
-Le
advertí Señor Menadel -así se llamaba el profesor -, pero no me hizo caso.
Sin
embargo, Menadel creía conocer a sus alumnos, y fue ello lo que le llevo a
decir:
-Se
anula el examen escrito. Lo haremos oral.
Ninguno
de sus alumnos se quejó, pues todos habían estudiado, excepto Brusco, que no
pudo evitar exclamar:
-Pero
Señor profesor eso es injusto.
Aquello
le delato, y cuando llego su turno, no supo contestar ninguna de las preguntas.
El mismo, fue la causa de que no pudiera ser elegido para el equipo, en cambio
Fidel si lo consiguió.
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