Posiblemente el método más antiguo
para recuperarse del estrés emotivo vuelve hoy a merecer la atención de la
ciencia, esta vez como apoyo a las terapias.
Más médicos tradicionales, hoy en día,
formulan a sus pacientes una medicina simple y libre de componentes químicos
que alivia los males relacionados con el estrés.
Se trata de la meditación, una
alternativa con la que se puede encontrar el balance físico, emocional y
mental.
”Creo en los beneficios de la
meditación y se la recomiendo a mis pacientes”, dice el doctor Leonad Zwirlang,
cardiólogo de South Miami Hospital.
”Les aconsejo leer libros sobre el
tema, comprar videos en donde se enseña cómo practicarla o asistir a sesiones
dirigidas”, añade.
Lo que Benson llama la respuesta a la
relajación es un estado físico de completo descanso, que cambia las respuestas
físicas y emocionales al estrés.
Entre esas respuestas señala la
reducción en la presión sanguínea, el ritmo del corazón y la tensión muscular.
”Benson muestra resultados clínicos e
incluso menciona que algunos de sus pacientes ya no tienen que recurrir a las
medicinas. De todas maneras, esto es algo que no se puede generalizar a todos”,
advierte Zwirlang.
El uso de la meditación como medida
para aliviar el sufrimiento y promover la curación no es algo nuevo. Las
diferentes formas de hacerlo son producto de las diversas culturas y
religiones.
La meditación, de acuerdo con
investigaciones de la Clínica Mayo, es una forma alternativa y complementaria
de la medicina, una técnica que fortalece la comunicación entre la mente y el
cuerpo. Sin embargo, no reemplaza las terapias tradicionales ni las medicinas,
sino que suplementa los tratamientos.
Por ejemplo, a diferencia de los
fármacos, la meditación no es sólo para gente enferma
”Es recomendable para todas las
personas que tengan que vivir una vida agitada, el ama de casa, el ejecutivo,
la gente que trabaja en una oficina. Todas las personas que experimentan estrés
están en riesgo de tener la presión alta, de sufrir ataques al corazón”, afirma
Zwirlang.
Al igual que la dieta y el ejercicio,
la meditación debe ser practicada a diario y con regularidad para obtener sus
beneficios.
Se debe además buscar la forma que
mejor le funcione a cada persona.
Una de las técnicas de la meditación
es concentrar la mente en algo: un sonido, la respiración, un objeto, un lugar
lleno de paz, una lectura o incluso una oración.
”Personalmente, animo a la gente a que
empecemos con ejercicios de respiración, luego usamos el movimiento”, explica
Carol Kaminsky, quien dicta clases de meditación y manejo terapéutico del
estrés en South Miami Hospital. Algunos de sus alumnos son pacientes referidos
por los médicos, otros asisten espontáneamente a las clases.
”Uno de los ejercicios consiste en
pararnos y concentrarnos en que somos árboles, nuestros pies son las raíces,
nuestros brazos las ramas y nos dejamos mover por el viento….”, explica.
Otras veces, Kaminsky deja a sus
alumnos en libertad de pensar en sus imágenes favoritas, ya que considera que
éstas vienen del subconsciente y traen a la mente lo que a la gente le gusta
más para relajarse.
”No todo son imágenes, también nos
enfocamos en sentir el cuerpo y relajar los músculos, o en sólo respirar
profundamente”, explica.
Los movimientos de la meditación por
lo general son espontáneos, suaves, repetitivos y algunas veces con cierta
coreografía.
Una de las sugerencias de los
expertos: Imagine que sus pensamientos son palomas, aplauda mentalmente y
déjelas volar. Aplique esta técnica para olvidarse de sus preocupaciones.
Fuente: www.portaldelaguador.ning.com
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