lunes, 31 de diciembre de 2012

CONFUNDIR JUSTICIA CON VENGANZA


"La tendencia natural de los humanos es querer castigar a aquel que se ha portado mal. Pero, ¿con qué finalidad quieren castigarlo? ¿Por qué desean que mejore, o bien sólo quieren aplicar la justicia y arreglar cuentas?…
Castigar a un malhechor sin darle los medios para que se corrija, esto no se llama justicia, sino más bien venganza. ¡Cuántos se imaginan que encarcelando a los criminales se les da una lección!… En absoluto, a menudo se vuelven peores que antes. Y otros piensan que, condenándoles a muerte, se procede a una eliminación purificadora. Pero cuando se exterminan los mosquitos sin ocuparse de los pantanos, los mosquitos vuelven con más fuerza, ¿no lo habéis constatado? Y en nuestras sociedades se pasean mosquitos de una especie particular. Si no queremos ser picados, no hay que darles las condiciones en las que puedan proliferar."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

sábado, 29 de diciembre de 2012

Despedir un año y recibir otro

Algunas personas sienten estrés en estas fechas, quizás porque  la Navidad  se ha materializado totalmente, regalos, fiestas, gastos. Desvirtuando el verdadero significado de esta época  y lo que se supone aporte a nuestras vidas que es un renacer en el espíritu y un recordar quién fue Jesús y  cuál fue su gran enseñanza  de amor incondicional  en su máxima expresión que nos dejó.
Despedir un año puede causar tristeza y hasta depresión, quizás ello se  manifiesta ante sentimientos de inconformidad con la  vida,  y al ser un tiempo especial en que  la sensibilidad aflora más que otras veces se deben encarar verdades que el resto del tiempo quizás se evaden o no se confrontan.
La soledad es un mal de nuestros tiempos, podemos estar rodeados de personas y aún así sentirnos solos, o quizás no basta con lo que hacemos nos sentimos vacíos  e insatisfechos con nosotros mismos si es así es fundamental preguntarnos  ¿qué sucede en mi interior? Jesús nace y nos recuerda cuan importante es nuestra relación con Dios y allí puede que este la respuesta que nos brinde un sentido distinto no solo para la es que la Navidad sino para el resto de la vida.
Esperar el nuevo año desde el presente, los pensamientos de futuro puede ser angustiosos porque son inciertos y no tenemos seguridad ante lo que aún no ha llegado, por tanto demos la bienvenida a un nuevo año enfocándonos en el día a día  sin pensamientos agobiantes con respecto a lo que el 2013 traerá, en su momento afrontaremos las distintas situaciones y las sorpresas que nos tiene reservado el devenir de la vida,
Evolucionar en una vida espiritual mas profunda, valorar lo que realmente vale, las personas,  los actos de bondad de   generosidad, descubrir  cuales deben ser las verdaderas prioridades en un ano que comienza para el resto de nuestra existencia y desde esa perspectiva no solo  nos llenaremos de una enorme paz sino que seremos realmente  muy felices y bendecidos.
por Jossie Del Valle Conty
Namasté

viernes, 28 de diciembre de 2012

ABRIR Y CERRAR PUERTAS


"Abrir y cerrar puertas, ¿habéis reflexionado sobre la importancia de este gesto? ¿Sabéis cuándo abrir una puerta y cuándo cerrarla? Evidentemente, en la vida cotidiana lo sabéis:
lo hacéis todo el día para entrar y salir, o para hacer entrar y salir a aquellos que acogéis en vuestra casa. Pero las puertas de las que yo os hablo, son aquellas que tenemos en nosotros mismos. Son estas puertas que es preciso aprender a abrir o a
cerrar: abrirlas cuando queremos alcanzar las regiones celestiales o permitir a los ángeles de entrar en nosotros, y cerrarlas para impedir que penetren los espíritus tenebrosos, para preservar nuestras riquezas espirituales.
Las puertas existen en nosotros bajo toda clase de formas. Ya en nuestro cuerpo físico poseemos doce: los dos ojos, las dos orejas, los dos orificios nasales, la boca, los dos senos, el ombligo y más abajo aún dos puertas más. Estas puertas nos ponen en comunicación con el mundo físico que nos rodea; pero lo que no se sabe, es que ellas también tienen por función ponernos en comunicación con el mundo psíquico y el mundo espiritual. Así pues, he aquí un amplio campo a estudiar:
cuándo y cómo abrir o cerrar estas puertas…"
Omraam Mikhaël Aïvanhov

jueves, 27 de diciembre de 2012

SÉ MODESTO

"Cuando sentís que habéis conseguido una victoria sobre vuestra
naturaleza inferior, sed modestos. Y para ser modestos, debéis
pensar que no es a vosotros a quién corresponde el mérito, sino
al Señor que os ha dado el poder de dominarla. Por lo tanto,
después de cada victoria decid: «No es a mí Señor, no es a
mí, sino que es en Tu nombre en quién revierte la gloria. Si
no, os arriesgáis a caer en las trampas del orgullo y de la
vanidad, como ya les ha ocurrido a muchos.

Y cuando se os felicita porque habéis actuado bien o hecho un
buen trabajo, decid de nuevo: «No es a mí Señor, es en tu
Nombre en quién revierte la gloria». Porque si os elogiáis,
sucede que, sin querer, los otros os tienden trampas: estos
elogios pueden haceros perder la cabeza. Hay que trabajar para la
gloria de Dios, y si os alaban, trasladad estas alabanzas a Él.
Con esta actitud os revelaréis como su servidor. Vuestra
verdadera gloria, no es vuestra gloria personal, sino la gloria
de Dios."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

CONFUNDIR LA LIBERTAD


Muchas personas confunden la libertad con la posibilidad de poder hacer lo que quieran.
En realidad, eso es esclavitud al ego, ¡a nuestra naturaleza egoísta!
Experimentamos verdadera libertad cuando escogemos asumir la responsabilidad por aquellas cosas que necesitamos hacer.
Hacer lo que queramos nos mantiene inmóviles en las cadenas de nuestra comodidad y nuestras limitaciones.
Hacer lo que sea que necesitemos hacer rompe las cadenas y nos libera.
Yehudá Berg

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tomando decisiones con la ayuda de los ángeles

Algunas decisiones son muy sutiles y solo toman un segundo. Otras necesitan más tiempo y pueden ser tan trascendentales, que se convierten en todo un lio creando caos e incertidumbre. Nada más equivocado que tomar una decisión a la ligera estando enojado o confundido. Entonces, ¿cómo decidir acertadamente? ¿Cómo poder saber si nuestras decisiones son para nuestro mayor bien?
Recuerda que siempre hay una decisión perfecta para toda situación. Humanamente somos limitados pero espiritualmente somos ilimitados, de manera que cuando nos  permitimos ser guiados por el espíritu divino, el camino se hace claro. El solo hecho de tomar una decisión conlleva a que el universo se ponga en marcha. Dios nos provee de las ideas y los recursos necesarios para lograr nuestras metas.
No hay necesidad de buscar las respuestas “afuera”. Posees toda la sabiduría en tu interior. Ahí reside la fuente más hermosa de información,  tu Yo Superior, tu conexión con la inteligencia infinita de Dios. Pide a tus ángeles que te sintonicen con este manantial de todo conocimiento.
Enfócate en lo mejor que pueda suceder y relájate. Ora a Dios, pide bendiciones para todas las personas involucradas, pregunta qué debes hacer e invoca a tus ángeles para que disipen de tu mente toda confusión. Los consejos de tu interior referentes a tu camino y dirección futuros suelen venir cuando estás tranquilo y en paz. Esos consejos pueden tener la forma de una palabra, un pensamiento, sentimiento, sensación, imagen y en ocasiones también eventos que ocurren  en sincronicidad y que de alguna manera te muestran y abren puertas para que tomes las decisiones que has estado posponiendo. Pide a tus ángeles que te ayuden a reconocer e interpretar fácilmente las señales que orienten claramente tus acciones por los senderos de la alegría, el bienestar y la paz. Actúa según esta guía; si la eludes constantemente, te será cada vez más difícil oírla o reconocerla en el futuro.
Honra y atiende la sabiduría de tu cuerpo. El nunca miente y se convierte en una herramienta poderosa que te apoya a la hora de tomar decisiones.  Para ello, emplea la técnica de “ensayar tu futuro” de la siguiente manera: respira profundamente varias veces, aquieta tu mente y piensa en cada una de las opciones con las que cuentas. Imagina y siente como si ya las hubieras tomado, analiza las consecuencias, visualiza cada escenario y centra tu atención en cómo reacciona tu cuerpo a cada una de esas posibles alternativas. ¿Te tensionas?, ¿hay nervios o angustia? o por el contrario, ¿sientes emoción y dicha?. Nota cuando la paz reemplaza la tensión. Entonces sabrás qué hacer y tomar acción. Si todas las posibilidades parecen buenas, pregúntate: ¿cuál de ellas me aportaría mayor alegría?, ¿cuál es la más sensata y práctica para mí?,  ¿cual trae más luz? o ¿cual me lleva más cerca de mi proyecto de vida?
Por otro lado, se fiel a ti mismo,  a tu escala de valores, no a la de nadie más. Reconoce que puedes confiar en tu guía divina sin buscar el visto bueno de otros. Libérate de la necesidad de aprobación ajena con el fin de evitar conflictos, “caer bien” o “agradar”. Busca tu propia admiración. Tu sana autoestima atrae todas las cosas y los seres que necesites. Los ángeles te pueden asistir en ese proceso si así lo pides. Ellos saben exactamente lo que tú necesitas.
Los ángeles aclaran el entorno ayudándonos a tomar la mejor decisión. Sin  embargo, a veces nuestra elección no es la más apropiada, pero no por ello se disgustan o se apartan de nuestro lado. Ya sea que aceptemos o rechacemos su consejo siempre nos acompañarán.
Los ángeles aconsejan que tengamos fe en nuestra habilidad para tomar decisiones. Confía en ti tomando consciencia profunda de la situación. Deja ir cualquier sensación de afán, si te precipitas te complicas. Regálate un momento de silencio interno. Cuanto más relajado te encuentres, tus opciones aparecerán más claras. Eventualmente ya no tendrás ni siquiera que decidir porque la elección será obvia. Así desarrollarás la confianza en ti mismo, aprenderás a reconocer lo que es correcto, porque así lo sentirás. Con Dios y los ángeles a tu lado, avanzarás con determinación.
Para terminar: que desde hoy tu elección y tu prioridad sean buscar siempre la paz mental, ya que ella te llevará a experimentar a plenitud la verdadera paz interior. No hay necesidad de renunciar a nada, simplemente elije la luz y el amor en todas las decisiones que tomes.
Elijo a Dios y deseo su paz en tu corazón.
Martha Muñoz Losada.

martes, 25 de diciembre de 2012

Eliminando las preocupaciones con los ángeles

“La preocupación se asemeja a una silla mecedora: te mantiene ocupado, pero no te conduce a ningún lado”; leí en una publicación de una amiga en las redes sociales y me pareció excelente analogía para empezar la reflexión del día de hoy. Hemos hecho de la preocupación casi un hábito, un modo de vivir y mi objetivo hoy es recordarte que la mayoría de las veces nos angustiamos por cosas que ni suceden aún, como si nos mantuviéramos al acecho de algo negativo. Además, cuando ya estamos en medio del problema, olvidamos que no importa lo complicado de una circunstancia, Dios sabe siempre como resolverla.
Está claro que la preocupación para nada sirve. Es más, produce malestar e invita a otra cantidad de reacciones en cadena como el nerviosismo, ansiedad, tensión y enojo entre otras, que conllevan al deterioro de tus relaciones personales y a dificultades de salud que pueden fluctuar entre migraña, estrés, insomnio, calvicie, dolores musculares y problemas estomacales de toda índole.
Quien permanece preocupado, difícilmente escucha la guía en su interior porque aparte de que se llena de desconfianza y zozobra, se desconecta de si mismo, sumergiéndose en su propio caos y perdiendo la habilidad para ver la “película” completa desde un ángulo exterior.
Los ángeles pueden ayudarte a hacer conciencia de esas cuestiones por las que innecesariamente te angustias a veces y que al final descubres que no revestían tal gravedad, pero que por el contrario si desperdician tu energía vital y tiempo. Además, tu equipo de apoyo celestial te orienta con soluciones creativas para las situaciones que a diario encaras.
La luz y el amor del Padre no tienen limitaciones. Analiza y acuérdate de cuantas veces te has dicho: “¡si yo hubiera sabido que esto se iba remediar de esta forma!”. ¿Cuánto sufrimiento te hubieras evitado, verdad?. Podría contar muchas historias de mi cotidianidad (pero estoy segura que tu también las tienes) en donde he aprendido que para todo siempre hay una solución. Eventos que se ven “imposibles” de resolver, dan un giro inesperado con resultados espectaculares, en donde todo el mundo gana.
Así que no te enredes en tu telaraña de angustias, ni te ahogues en tu propio vaso. Despréndete del drama y la tragedia. Ahórrate el dolor y pide aprender desde el amor. Tampoco te enganches con los problemas ajenos. No confundas preocupación con mostrar interés. La solidaridad nada tiene que ver con angustiarse con las dificultades de las otras personas, sino con apoyarnos y recordarnos que no estamos solos.
Mantente positivo
No te quejes ni te repitas más lo duro que te está tocando, ya que cuando el nivel de preocupación te sobrepasa, lo exteriorizas en tu cuerpo físico y caes en cuadros clínicos. Comprende que la ansiedad aparte de desmejorar tu salud, va creando una especie de jaula que te atrapa. Lo que no te das cuenta es que te conviertes en prisionero y en tu propio carcelero a la vez. Los barrotes son literal energía de miedo que se desvanece en la medida en que tomas poder de ti mismo, confiando en la magnificencia de Dios que todo lo puede.
Entrega
Deslígate de los problemas y entrégaselos a Dios. En el universo todo tiene un orden. No olvides dar tu permiso para que los ángeles te asistan. Literalmente visualiza que pones todas tus preocupaciones en un empaque y lo envías al cielo, como si hicieras una encomienda. No tengas ideas fijas de la manera en que tus problemas se pueden solucionar ni pongas condicionamientos. Para esta labor, y aunque todos los ángeles son en esencia mensajeros, invoca al arcángel Sandalfón. Este bello ser de luz es el encargado de la logística celestial y transmite a Dios todas las plegarias de los seres humanos para que sean contestadas.
Ora
Desde niña siempre he escuchado: ante la preocupación, orar la mejor opción. Para recobrar la serenidad ora a Dios y apóyate en los arcángeles Rafael y Haniel. Respira profundo varias veces, pide también a tus ángeles de la guarda que te rodeen con su energía amorosa y te alivien del estrés y en tu mente o en voz alta expresa algo como: “Dame Señor tu visión de amor, quiero ver esto de otra forma, porque aún no consigo entender con mi mente humana la manera cómo se puede resolver esta situación. Ayúdame a desprenderme de la angustia que me provoca, envíame ángeles adicionales para tranquilizar mi espíritu, para despojarme de mi ego, ampliar mi comprensión e interpretar tus señales. Gracias porque sé que me escuchas y contigo descanso en paz. Amén”.
Ayúdate
Déjale a Dios tu angustia y tú, mejor encárgate de generar armonía en tu interior, llevando equilibrio a tu cuerpo, mente y espíritu. ¿Cómo lo puedes lograr? De muchas maneras, por ejemplo puedes hacer polo a tierra con actividades físicas que te gusten como el arte o el deporte; pinta, canta, teje, trota, monta bicicleta, camina, ve un rato al gimnasio o haz como yo que bailo para literalmente sudar las preocupaciones ya que el cuerpo emocional está ligado con el elemento agua.
Utiliza la música como fuente de relajación, escucha melodías suaves y sanadoras de autores clásicos como Mozart o Beethoven o de la nueva era como Enya o Deva Premal. En el internet encuentras mucho de esto. Además, haz un poco de esfuerzo y pon en tu mente un pensamiento, y en tu rostro una sonrisa que te hagan sentir ligeramente mejor, evocando una imagen, un recuerdo chistoso, algo que te anime.
Dos sugerencias importantes: se muy agradecido y no te lleves a la cama ninguna dificultad. No permitas que la ansiedad te robe el sueño. No te quedes dormido centrando tu atención en tus problemas porque te despiertas al día siguiente pensando en lo mismo. En lugar de contar ovejas, mejor haz un balance de todos los motivos por los que tienes que dar gracias.
Te comparto una anécdota: alguna vez que iba manejando y me sentía un poco angustiada (no recuerdo bien el motivo), invoqué a los ángeles y seguí concentrada conduciendo. Al rato, me pusieron en mi mente una imagen de algo más bien embarazoso que me había ocurrido tiempo atrás. Aunque aparentemente no tenía nada de gracioso, me mostraron otro enfoque de la misma escena y en menos de nada me encontré riéndome a carcajadas, solita en el carro, que hasta yo creo, las personas que me vieron pensaron que francamente me había enloquecido. ¡Qué terapia! Así son los ángeles de hermosos y divertidos.
Los problemas también se acaban. Cualquier ciclo por difícil que se muestre tiene su fin y condiciones mejores siempre llegan. Hay mucha ayuda espiritual disponible, no hay que sufrir en silencio. A todos nos calienta el mismo sol, nos alumbra la misma luna, nos cobija el mismo cielo y nos protege el mismo Padre amoroso que no desampara a ninguno de sus amados hijos. Si continuamente mantienes a Dios y a los ángeles en tu corazón y mente, como quien tiene una cita diaria, un compromiso infaltable, nada perturbará tu interior.
Elijo a Dios y deseo su paz en tu corazón.
Martha Muñoz Losada.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Reflexiones angelicales sobre el amor

En estos días que se habla tanto de vivir desde el amor y la conciencia, recibí un correo de una persona que me preguntaba cómo se podía definir y descubrir el amor. Atreverme a precisar qué es el amor, considero que sería delimitarlo, así que mejor le permitiré a la guía celestial en mi corazón que me inspire para escribir sobre algunas de sus facetas.
El amor procede de Dios, en consecuencia somos amorosos por nacimiento. Es nuestro derecho natural; posee la vibración más alta y es esa “sustancia” que nos une entre todos y con todo. Está disponible para cada uno de nosotros, pero es elección de cada quien amarse y ponerse en contacto consigo mismo. Al abrirnos al amor, nuestra conciencia despierta. Puedo asegurar que es su clave de acceso, la contraseña que nos permite abrir sus puertas y que esfuma miedos y juicios.
Donde hay amor, hay milagros porque transforma cualquier situación. El amor es magia veloz, lo sana todo, el amor lo es todo. Cuando amas, brillas; y como la luz, el amor no tiene límites. Entre más amor se entrega, más nace de nuevo para seguir dando, porque el amor es infinito e inagotable, jamás se pierde la capacidad de amar ya que se recicla y se renueva a sí mismo.
El amor no requiere defensa ni reglas humanas, no controla ni pone condiciones y respeta las decisiones del otro, aún si no se nos incluye en ellas; porque el amor no coarta ni oprime. El amor es un espacio sin muros ni paredes. No se puede encerrar, ni permite ser aprisionado. Su naturaleza es de expansión y libertad. No obliga, no tiene prisa, no exige, no espera nada; de hecho nada que sea forzado funciona.
Es tan grandioso el amor, que abarca todos los elementos y activa también nuestros sentidos. Desde el amor fluimos como el agua para aceptar las eventualidades de la vida, ahogar la tristeza y manifestar nuestras emociones, el amor enraíza y nos hace poner los pies sobre la tierra para perdonar y recobrar la estabilidad. El amor es aire porque comunica, transporta y nos refresca; es fuego, es la energía que nos mantiene vivos, calienta el corazón para seguir luchando por nuestros sueños, quema lo que ya cumplió su propósito y nos prepara para la nuevo. Es éter porque lo contiene todo.
Y en cuanto a los sentidos, desde el amor podemos percibir con nuevos ojos lo mismo de siempre que antes nos molestaba, expresarnos asertivamente con palabras cálidas, saborear y sacarle el gusto a las pequeños detalles, sentir sin tocar, escuchar detrás de los sonidos y del silencio mismo.
En la relación de pareja, el amor es entrega, es pasión, es cosquilleo, es flama, es confianza. A menos que confíes plenamente en la otra persona, no podrás amarla incondicional y plenamente. Detrás del amor verdadero está la amistad certera, aún en un noviazgo o matrimonio, cada uno necesita tener su propio espacio y respetar los tiempos y aprendizajes de la otra persona.
Los cimientos del amor son: confianza, libertad, autonomía, crecimiento, felicidad, compasión, apoyo y respeto, entre otros. Las bases del miedo: dependencia, posesión, control, manipulación, apego y duda. El amor es justo y siempre va de la mano de la amabilidad. Es entusiasmo, paz, esperanza, unidad e integridad, no tiene nada que ver con el sacrificio, la humillación o el maltrato. Siempre puedes elegir entre el miedo o el amor. La pregunta es: ¿estás practicando el amor?
Hay cosas que el ego enmascara y que las hace ver como amor o en su defecto, carencia de amor, como la soledad o la ausencia de una pareja, por ejemplo. Es delicioso estar acompañado, pero, ¿quién dijo que estarlo es requerimiento para sentirse amado? Si deseas recibir amor, entrega amor y obviamente empieza por amarte a ti mismo, respetando tus necesidades, teniéndote paciencia, reconociendo tu grandeza y divinidad, tratándote bonito. ¡Eres el consentido hijo del Padre, su tesoro!
El amor es tu esencia, ya está en tu interior. En lugar de estar buscándolo afuera, apóyate en tus ángeles y en especial en los Arcángeles Chamuel y Jofiel y empieza por redescubrirlo dentro de ti, eliminando todo esos conceptos errados que creías saber sobre el amor y que te acabo de mencionar, como extensiones del ego. Comprométete contigo mismo a vivirlo, a creer y a crearlo a cada instante, en cada inhalación. No dependas del supuesto amor de otro, ámate mucho y conscientemente; con determinación, ponle fin y despídete de lo que no te hace bien. Tus guías celestiales se ocuparán también de ti amorosamente y atraerás personas que te amen.
Sin importar lo que te haya ocurrido, abre tu corazón, no temas ser vulnerable y despójate de la falsa armadura anti-amor. En esos momentos en que tu mente te haga creer que el amor no está contigo, respira profundamente, renuncia a ese pensamiento erróneo e invoca a tus ángeles reafirmando tu naturaleza divina. Con tus propias palabras, expresa una plegaria al cielo o declara algo como: “Dios, soy (menciona tu nombre) tu hijo/a, ahora y siempre elijo sintonizarme con el flujo de tu amor en mi. Envíame Padre en este momento, más ángeles a mi lado para sanar esto en mi interior que me hace sentir no amado, ya no lo quiero más. Ángeles, abrácenme por favor y ayúdenme a enviar amor a mi corazón”. Centra tu atención en tu pecho, visualízate protegido por tus ángeles y cubierto con una esfera de luz rosada. Agradece la asistencia celestial y continúa respirando pausadamente, hasta que te sientas de nuevo en la paz y el amor de Dios. Termina tu oración diciéndote en voz alta: “Te amo”.
Tú ya eres amor, no importa tu credo, tu edad, si estás soltero o casado, si recién despiertas a la conciencia o si ya llevas labrado tu camino hace rato. El amor está en ti y lo expresas continuamente a través de tus palabras, gestos y elecciones. Así como amas, serás amado. Permítete sentir amor por todas las creaciones divinas. Busca la luz y el amor en tu hermano, en cada ser viviente, así te guste o no. Honra su individualidad, su belleza interior.
Que la luz aclare tu camino, que sostengas tu fe siempre, que el amor impulse tus acciones y responda a todas tus preguntas. Eres producto del amor: no busques afuera, lo que ya se halla dentro de ti.
Elijo a Dios y reafirmo su amor en tu interior y en el mío.
Martha Muñoz Losada.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Atrayendo entidades angelicales


"Para atraer a las entidades angélicas y retenerlas, debemos crear a nuestro alrededor una atmósfera muy pura. El momento más favorable para este trabajo es la salida del sol. A medida que asciende por el horizonte el sol cambia de color. Cuando aparece es rojo, después naranja, después amarillo, y dependiendo de la calidad del aire, puede adoptar también tonalidades verdes, azules y violeta. Y finalmente se vuelve blanco, incandescente. Al elevarse por el cielo, el sol canta toda la gama de colores, y cada una de ellas emite un sonido. Así pues, ¡qué sinfonía cuando llega al blanco deslumbrante! En esta sinfonía, en estos destellos de luz, nuestra aura se purifica, se refuerza y vibra más intensamente; lanza señales a las entidades angélicas que sienten que están invitadas a una fiesta. Acuden a participar en ella y, como todos los invitados que se dirigen a una fiesta, traen regalos."
Omraam Mikhaël Aïvanhov

viernes, 21 de diciembre de 2012

PROSPERIDAD VERDADERA

El dinero es 99% energía y 1% materia física.
Es verdad. Piénsalo. Es sólo papel ¿o no? El papel tiene únicamente el valor que le damos. Ésta es la razón por la cual las personas están tan ocupadas corriendo y persiguiendo el dinero. Saben en un nivel intrínseco que en realidad están persiguiendo la Luz del 99%.
El dinero es un regalo del Creador así como cualquier otra forma de realización espiritual. El dinero es una energía “de vida”, como el amor, como la comida, como las relaciones con otras personas. Es infinito.
Bloqueamos la energía de prosperidad con nuestra propia basura personal. Y a veces, para recibir esa energía, necesitamos salir de nuestro propio camino y nuestros propios pensamientos.
Abre tu vasija para la Luz al ser honesto sobre dónde te bloqueaste el obtener prosperidad verdadera.
Yehudá Berg

miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL PODER DE LA CRITICA

Si bien escucharla no es siempre sencillo, la crítica puede movernos a saltar e ir más allá de los límites hacia una mejor versión de nosotros mismos.
Estar abiertos a la crítica da entrada a la Luz para que nos empuje hacia delante de dos formas. Al simplemente disminuir nuestro ego, nos quitamos de nuestro propio camino y la Luz tiene espacio para entrar. También, al realmente considerar la crítica podemos trabajar en mejorar quiénes somos y lo que hacemos.
Ninguno de nosotros es perfecto. El problema es cuando permitimos que la crítica nos haga sentir mal o como si fuésemos menos de lo que antes éramos.
Si un entrenador le dice a su equipo cómo puede jugar mejor, es sólo para ayudarlo a ser mejor.
La crítica nos acerca más a ganar el juego.
Yehudá Berg

martes, 18 de diciembre de 2012

CUANDO NO QUEREMOS


Los actos de bondad cuando estamos inspirados definitivamente revelan Luz, pero no tanta como las acciones de compartir que realizamos cuando sentimos que es lo menos que queremos hacer.
La próxima vez que quieras huir de una oportunidad para compartir, no lo hagas. En lugar de ello revela Luz.
Yehudá Berg

lunes, 17 de diciembre de 2012

ESTETICA PARA EL ALMA

¡Cuánto interés por mantener y mejorar la belleza física! cuantas visitas a gimnasios, clínicas de estéticas. Cuánta preocupación por dietas para  tener un peso ideal o afán  por repletarnos de vitaminas,  suplementos nutricionales y  todo lo que creemos que pueda aportar vitalidad  y bienestar, todo ello  está  bien,  cuidar nuestro cuerpo, a fin de cuentas, es lo que exponemos a primera vista y es el cofre en donde guardamos  nuestra alma,   pero seria bueno recordar  que cuando nos toque partir de este mundo hacia otra dimensión abandonaremos  ese cuerpo que tanto insistimos en embellecer, sin embargo la otra belleza, la interior es eterna y el tiempo ni la arruga ni la  deteriora.
Deberíamos darle un énfasis especial a cuidar y embellecer nuestro interior y para ello podríamos tomar en cuenta lo siguiente: primeramente no vayas a dormir y esperar el nuevo día sin haber perdonado o pedir perdón cualquiera que sea el caso, para poder conciliar el sueno tranquila y plácidamente, el perdón tiene cualidades sanadoras inmensas. El perdón es el mejor limpiador para el alma.
El mejor hidratante es la Fe, un alma sin Fe se reseca, se marchita. La fe provee la confianza para creer que Dios guía tu vida y te ilumina  el camino.
La mejor vitamina  para el alma es la oración, esa oración dicha desde el corazón no recitada automáticamente, te permite comunicarte con tu Ángel de la guarda, quien servirá de mensajero a la Luz de tus intenciones,
El mejor  nutriente para nuestra alma es el amor incondicional, ese amor que deja de buscar el bienestar individual y se orienta a hacerle el bien a otros, hacia la generosidad, hacia el desapego y despeja  todo lo que obstaculiza la espiritualidad.
Cuan importante es afanarnos por valorar nuestro interior e incrementar su estética, las personas que tienen un alma especialmente bella reflejan  un encanto,  un brillo  único que trasciende hacia el exterior, esa belleza  emana desde el corazón donde viven los sentimientos y se proyecta  en la  mirada y en la  sonrisa que son ventanas del alma, esa maravillosa belleza  no se puede comprar ni buscar desde afuera ni viene envasada en frascos,  somos nosotros quienes tenemos los ingredientes y la fórmula para ese tratamiento estético único y esplendoroso.
El mayor beneficio de cuidar y proteger nuestra alma son las inmensas bendiciones que se evidencian en  una  inmensa paz que a su vez es fuente de la más perdurable y profunda felicidad.
En un mundo lleno de tentaciones, de  frivolidades materialismos y apegos de ego  hay que ser firmes y coherentes con nuestra evolución espiritual  sin descuidar las necesidades y la salud de nuestro cuerpo darle el cuidado y la atención a  nuestro ser interior  procurando proporcionarle todo lo que realce  su belleza  y de esta manera habremos podido  dignificar y honrar nuestra naturaleza humana  con su chispa divina.
Namasté
Por Jossie del Valle

domingo, 16 de diciembre de 2012

DE LA CRITICA A LA OBSERVACION

La crítica es uno de nuestros mayores bloqueos.
Alguna vez has escuchado a alguien decir: “No es por criticar, pero…”.
Sabemos que necesitamos dejar de criticar, así que intentamos endulzar nuestro juicio con palabras o expresiones bonitas.
Pero el truco es aceptar y admitir que eres crítico. Una vez que estés consciente de ello, entonces puedes comenzar a cambiar tu estado de la crítica a la observación imparcial.
Restringir nuestra negatividad no es suprimir nuestro comportamiento reactivo. Es superarlo.
Yehudá Berg

sábado, 15 de diciembre de 2012

ORACION DE FIN DE AÑO


Autor:  Padres Columbanos
Señor, al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor por lo que fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te presento las personas que a lo largo de estos meses ame, las amistades nuevas y los antiguos amores, los mas cercanos a mi y los que están mas lejos, los que me dieron la mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías, y el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo.
Por la Oración que fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.
Oración por la noche de fin de año
Autor:
En estos últimos momentos del año que hoy termina,
heme aquí, Señor, en el silencio y en recogimiento
para decirte GRACIAS,
para solicitarte: AYUDA,
para implorarte: PERDÓN.
GRACIAS,
Señor por la paz, por la alegría,
por la unión que los hombres, mis hermanos, me han brindado,
por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron.
Por esa mano oportuna que me levanté,
por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron,
por esos oídos que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dieron.
Gracias, Señor por el éxito que me estimuló,
por la salud que me sostuvo,
por la comodidad y diversión que me descansaron.
Gracias, señor… me cuesta decírtelo…
por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión,
por el insulto, por el engaño, por la injusticia,
por la soledad, por el fallecimiento del ser querido.
Tu lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo;
quizá estuve al punto de la desesperación,
pero ahora me doy cuenta
que todo esto me acercó más a Ti.
¡Tú sabes lo que hiciste!
Gracias, Señor, sobre todo por la fe
que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó
pero que Tú nunca dejaste de fortalecer
cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo
me hizo caminar en el sendero de la verdad
a pesar de la obscuridad.
AYUDA
Te he venido también a implorar
para el año que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me deparará, lo desconozco Señor.
Vivir en la incertidumbre, en la duda,
no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre.
Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que me tenderás la mano.
Tu sabes que yo no siempre la tomaré.
Por eso, hoy te pido que me ayudes a ayudarte,
que llenes mi vida de esperanza y generosidad.
No abandones la obra de tus manos. Señor.
PERDÓN
No podría retirarme sin pronunciar
esa palabra que tantas veces,
te debí de haber dicho,
pero que por negligencia y orgullo he callado,
perdón, Señor, por mis negligencias,
descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad,
por mi necedad y capricho,
por mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos,
por mi falta de alegría y entusiasmo,
por mi falta de fe y confianza en Ti,
por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
Perdón, porque me han perdonado
y no he sabido perdonar.
Perdón por mi hipocresía y mi doblez,
por esa apariencia que con tanto esmero cuido
pero que en el fondo no es más que engaño a mi mismo.
Perdón por esos labios que no sonrieron,
por esa palabra que callé,
por esa mano que no tendí,
por esa mirada que desvié,
por esos oídos que no presté,
por esa verdad que omití,
por ese corazón que no amó
… por ese Yo que se prefirió.
Señor, no te he dicho todo.
Llena con tu amor mi silencio y cobardía.
GRACIAS por todos los que no te dan gracias.
AYUDA a todos los que imploran tu ayuda.
PERDÓN por todos los que no imploran perdón.
Me has escuchado… ahora, Señor, te escucho…
Amen.
CON TODO MI AMOR PARA UDS

jueves, 13 de diciembre de 2012

ANGELES PARA RECUPERAR EL OPTIMISMO

Hay momentos en los que las cosas no se desarrollan como esperábamos y tendemos a entrar en estados de desilusión, tristeza y frustración. En realidad, el fracaso se origina en la mente y surge en la medida en que rechazamos el resultado cuando percibimos los eventos como negativos, etiquetándolos como fallos y no como enseñanzas a favor, para transformarlas en sabiduría y crecimiento.
La vida es un conjunto de experiencias que coleccionamos y que contienen alegrías, decepciones, aciertos y errores. El objetivo es encontrar las bendiciones ocultas y reconocer cada pérdida como una nueva oportunidad para analizar, aprender, crecer y levantarse de nuevo. Una manera de Dios decirnos: “hijo amado, por ahí no era; ibas en la dirección incorrecta”. Así, que siéntelo como un llamado de amor del Padre, una invitación a cambiar y expandirte.
Los ángeles están a nuestro alrededor y nos ayudan a recordar y recuperar lo que ya somos: seres abundantes en todo sentido. La felicidad ya nos pertenece por derecho divino y la alegría es uno de nuestros estados naturales de ser. El optimismo hace parte de nuestro ilimitado poder interior para recuperarnos y elevarnos por encima de cualquier circunstancia.
Abre los ojos y observa el escenario desde otro ángulo y con nuevos “lentes” de amor, positivismo, fe y confianza en la voluntad divina. Esa situación que no resultó como tú querías, ese trabajo que no se dio, esa relación que no prosperó, ese proyecto que no llegó a término, son experiencias únicas para evaluar a qué te estás aferrando y no has podido soltar. Pide ayuda a tus ángeles para “ver” en esta situación particular que estás viviendo, lo que aún no has podido ver; las creencias internas que te auto-boicotean y te obstaculizan evolucionar desde adentro.
Crea un espacio de silencio, de paz interior. Relájate, cierra tus ojos y respira profundamente varias veces, manteniendo la intención de hacer contacto con tus guías espirituales. Puedes invocar a tus ángeles de la guarda, a los ángeles de los procesos (en este caso: del consuelo, de la alegría, del optimismo) y en particular al Arcángel Haniel para que te ayude a salir del descontento, recordando que la gracia de Dios nos llena de amor, confianza, fortaleza, seguridad y sabiduría para superar cualquier desafío.
Siempre tenemos la capacidad de responder diferente ante nuevas situaciones. De manera que sintiendo el abrazo de protección de los ángeles y en unión con tu Ser Superior, trae a tu mente ese contexto de insatisfacción y pregúntate: ¿qué se requiere de mi?, ¿qué puedo hacer diferente la próxima vez que lo intente?, ¿qué debo aprende o des-aprender? Apóyate en tus ángeles y en tu corazón, escucha las respuestas.
Aprovecha ese estado aparente de desdicha para encontrarte contigo mismo, honra tus sentimientos y entrega el miedo, la falsa sensación de limitación y la necesidad de control ante Dios. Bajo el regazo de las alas de tus ángeles, halla la paz, la luz y la tranquilidad para aceptar y seguir tu camino. Que tu brújula sea el amor, la alegría y el deseo consciente de ir en la consecución de tus sueños.
Ahora, aun cuando no estemos de muy buen ánimo, siempre habrá otro ser humano que necesite nuestro apoyo, una palabra de aliento. El dolor y la tristeza se esfuman más rápido ayudando a los demás. Igualmente, exprésate; cuéntale tus sentimientos a alguien en el que confíes. Aunque esa persona se limite solo a escucharte, hablar ayuda a movilizar las emociones y a detener esos pensamientos irracionales que atormentan si se les permite vagar por la mente sin rienda alguna. Escribir también ayuda en momentos de tristeza a aliviar el estrés y generar paz. Si sientes el deseo, no te cohíbas de llorar. Las lágrimas bien administradas son sanadoras y drenan el sufrimiento.
Por otro lado, nadie es víctima a menos que lo permita. Así, que no te tomes nada personal y no dejes que lo que los demás piensen o digan de ti, te perturbe. Lo único que realmente afecta tu experiencia de vida es la manera como fluye tu energía con tus pensamientos, sensaciones, palabras y actuaciones.
Acepta tus vulnerabilidades sin exagerarlas y confía en ti mismo, en tus capacidades y virtudes, sin necesidad de que otro te reconozca tu valor. Muy importante es que no seas duro ni te dirijas a ti mismo con términos fuertes. No te recrimines ni seas tu propio verdugo. Nada de: “¿por qué a mí?, “siempre me pasa lo mismo”, “nunca voy aprender”, ¿qué es lo que estoy pagando? Que las primeras palabras amorosas que tu ser escuche, provengan de tu propia voz.
Agradece a Dios y permite que la luz celestial te devuelva la alegría y la paz que ya son tuyas. Recuerda: la gracia divina satisface todas tus necesidades; de la mano de tus ángeles y con el amor del Padre, nada te puede afectar.
Bendiciones de amor y luz.
Martha Muñoz Losada.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

LA CORONA DE ADVIENTO


La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios Sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno.

Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica.

La corona está formada por una gran variedad de símbolos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Se acostumbra usar diferentes colores: una morada, una roja, una rosa y una blanca. Hay quienes acostumbran poner tres velas moradas y una rosa o blanca. Se prenden primero las moradas que nos recuerdan que es tiempo de penitencia, de conversión. La blanca o rosa significa la alegría de la llegada de Jesucristo.

Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

Sugerencias para elaborar una Corona de Adviento

a) La Corona de Adviento se puede comprar en algún almacén o elaborar en familia, aprovechando este momento para motivar a los niños platicándoles acerca de esta costumbre y su significado.

b) Se deberá poner en un sitio especial en la casa, un lugar fijo donde se quedará todo el adviento y donde la puedan ver los niños para que constantemente recuerden la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.

c) Es conveniente fijar con anticipación el horario en el que se prenderán las velas. Toda esta planeación hará que las cosas salgan mejor y que los niños vean y comprendan que es algo importante. Así como con anticipación preparamos la visita de un invitado importante, estamos haciendo esto con el invitado más importante que podemos tener en nuestra familia.

d) Es conveniente también distribuir las funciones entre los miembros de la familia de modo que todos participen y se sientan involucrados en la ceremonia:
·  un encargado de tener arreglado y limpio el lugar donde irá la corona antes de comenzar con esta tradición navideña.
·  un encargado de apagar las luces al inicio y encenderlas al final.
·  un encargado de dirigir el canto o de poner la grabadora con algún villancico.
·  un encargado de dirigir las oraciones para ponerse en presencia de Dios.
·  un encargado de leer las lecturas.
·  un encargado de encender las velas.

e) Esta tradición se puede llevar a cabo en familia o con otras familias y ofrecer una merienda sencilla después de encender las velas.

Ceremonia de Bendición de la Corona de Adviento:

En algunas parroquias o colegios se organiza la bendición de las coronas de Adviento. Si no se pudo asistir a estas celebraciones, la puede llevar a cabo el papá o la mamá con la siguiente oración:

Señor Dios, bendice con tu poder
nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que con ella queremos preparar la venida de Jesús.

A continuación, se presentan dos celebraciones para la Corona de Adviento. Se elegirá la que más guste o convenga a la familia.

a) Celebración de la Corona de Adviento siguiendo la Historia de la Salvación.

Primer Domingo de Adviento
La promesa de salvación.

Para empezar:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el Génesis, capítulo 3:
Adán y Eva se dejaron engañar por el demonio al pensar que podían saber más que Dios y hacer lo que Él había prohibido. Así comenzó el pecado en el mundo y todo se volvió obscuridad para el hombre, pues el pecado nos aleja de Dios. Pero Dios prometió enviarnos a un Salvador.

Vela:
Se enciende la primera vela, que es la vela del arrepentimiento. El color de la vela nos recuerda que es un tiempo de penitencia, de conversión.

Oración:
Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.
Te lo pedimos, Señor.

Para terminar:
Te damos gracias, Señor, por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón a la venida de Cristo.
Amén.

Cantar:
Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Ven, ven, Señor, no tardes".

Ven, Ven Señor, no tardes
Ven, ven que te esperamos
Ven, ven Señor, no tardes
Ven, pronto Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos
el mundo no tiene amor.

Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.

Segundo Domingo de Adviento
La alianza con Noé.
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se enciende la vela del domingo anterior, recordando que existía un poco de luz por la promesa del Salvador a pesar del pecado de Adán y Eva. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el Génesis, capítulo 7 y 8:
En la historia de Noé, se ve como el pecado se fue extendiendo en el mundo y los hombres cada vez más se olvidaban de su amor y mandamientos. El arca de Noé nos recuerda el deseo de Dios de salvar a los hombres. El arco iris es el símbolo que nos recuerda el amor de Dios hacia los hombres.

Vela:
Se enciende la segunda vela, que es la vela de la promesa de Navidad, de la promesa de la venida del Salvador.

Oración:
Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos
de Ti por las cosas materiales, las prisas, los regalos. Te pedimos nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre.

Reflexión:
Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura del Génesis del Arca de Noé:
En la familia ¿qué nos está alejando de Ti en estos momentos? ¿A qué le estamos dando mayor importancia en nuestra vida?

Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana.

Para terminar:
Te damos gracias Señor por mandarnos
a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda
para preparar nuestro corazón para su venida.
Amén.

Cantar: "Levántate, pueblo mío"

Levántate pueblo mío;
pueblo mío levántate,
viene el Señor.

Brilla ya en tus calles,
en tus plazas
y en los hombres
donde hay amor.

Levántate pueblo mío,
despierta porque sale el sol,
su fuego brilla en la mañana,
el viento canta su voz.

Alégrate pueblo mío,
ya llega nuestro Salvador
Su luz nos llena de esperanza
su fuego alegra el corazón.

Su reino es de justicia,
de esperanza,
su reino es de salvación.


Tercer Domingo de Adviento:
Los Mandamientos
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las dos velas de los domingos anteriores recordando cómo la luz fue regresando para el hombre con la promesa de salvación y con la alianza de Noé. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el libro del Éxodo :
Moisés fue escogido por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Este es un símbolo de la liberación del pecado por la venida de Jesús al mundo. Más adelante, Dios le da los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí, con los que nos muestra el camino para la salvación y se abre una luz en la vida de los hombres.

Vela:
Se enciende la tercera vela, que representa al amor de Jesús por los hombres.

Oración:
Te pedimos Señor nos ayudes a cumplir
con tus mandamientos para poder acercarnos
a Ti durante toda nuestra vida.

Reflexión:
Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura anterior:
En la familia: ¿cómo estamos cumpliendo los mandamientos de Dios? ¿Qué mandamiento nos está costando más trabajo cumplir?

Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para mejorar esta semana.

Para terminar:
Te damos gracias Señor por dejarnos un camino
a seguir con tus mandamientos
y te pedimos nos ayudes a cumplirlos
para preparar nuestro corazón a tu venida. Amén.

Cantar: "Allanad los caminos"

Hay que allanar las sendas de la vida,
porque el Señor está cerca. (bis)

Los ojos de los ciegos se han despegado.
Las lenguas de los mudos cantan tu gloria,
los cojos han saltado como los ciervos:
todo quiere hacerse vida.

Estad siempre alegres en el Señor.
Sed fieles y constantes en el orar.
Guardaos de maldades y desprecios:
Dios cumple sus promesas.

Si quieres que cumpla las profecías;
si quieres la gloria de tu Señor;
si quieres que tu Dios venga a visitarte:
Cuida y limpia sus caminos.

Cuarto Domingo de AdvientoLa Anunciación
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las tres velas de los domingos anteriores recordando cómo se fue haciendo la luz para los hombres en la promesa de salvación, en la alianza con Noé y la alianza con Moisés. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el pasaje de La anunciación de San Lucas 1, 26-38:
Con el mensaje que el ángel lleva a María se hace realidad la promesa de salvación a los hombres. Gracias a su "sí" se pudieron llevar a cabo los planes de dios para el mundo.

Vela:
Se enciende la cuarta vela que representa la llegada de Cristo a los corazones.

Oración:
Señor, te pedimos nos ayudes a estar
siempre dispuestos a dar un "sí"
a lo que nos pidas en nuestras vidas.

Reflexión:
Hacer algunas preguntas relacionadas con la lectura anterior:
¿Cómo hemos cumplido con lo que Dios nos ha mandando en nuestras vidas? ¿Qué tanto hemos aceptado la voluntad de Dios en nuestras vidas?
¿Estamos dispuestos a dar un sí a lo que Dios nos pida?

Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana.

Para terminar:
Te damos gracias, Señor, por haber enviado
a tu Hijo a salvarnos y
por darnos una Madre en el Cielo.
Amén.

Cantar: "Dijo que sí María"

Dijo que sí María, cuando al amanecer
pudo ofrecer su casa al Santo de Israel.
Era un jardín la Virgen, Dios quiso ser clavel,
nunca mi pobre tierra, fuera tan buen vergel.

Dijo que sí María y al recibirle a Él
en su morada humilde nos acogió también,
Madre de Dios y nuestra, Virgen de Nazaret,
En tu jardín de amores yo quiero florecer.

Dijo que sí María cuando al amanecer,
supo Dios quería en su jardín nacer.
nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel
Dijo que sí María cuando al amanecer,
Dios la envolvió en su sombra
.


b) Celebración de la Corona de Adviento analizando la presencia de Jesucristo y sus enseñanzas en la vida familiar.

Primer Domingo de AdvientoEl amor familiar.
Para comenzar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se apagan las luces y se lee el texto de San Juan 3, 7-11:
Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios. Y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió a su Hijo único. A Dios nadie lo ha visto nunca, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros.
-Esta es palabra de Dios.
-Te alabamos Señor.

Oración:
Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad.

Vela:
Encender la primera vela recordando qué significa penitencia, conversión de corazón.

Para reflexionar:
Hacer la siguiente pregunta ¿Cómo hemos amado este año en nuestra familia? El que desee responder en alto, lo puede hacer.

Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia dirá cuáles serán sus propósitos para mejorar y hará un compromiso para cumplirlos durante la semana.

Oración:
Dios Padre, gracias por darnos una familia. Te pedimos que, ahora que comienza el adviento, en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. Te pedimos llenar nuestro hogar de tu amor divino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

Para cantar: "Ven, Ven, Señor, no tardes"

Ven, ven Señor no tardes;
Ven, ven Señor que te esperamos:
Ven, ven Señor no tardes;
Ven pronto Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.


Segundo domingo de adviento
La servicialidad en la familia.
Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se enciende la vela del domingo anterior, se apagan las luces y se lee el Evangelio de san Marcos 10, 43.45:
No ha de ser así entre vosotros; antes, si alguno de vosotros quiere ser grande, sea vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos, pues tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
-Esta es palabra de Dios.
-Te alabamos, Señor.

Vela:
Se enciende la segunda vela de Adviento.

Para reflexionar:
Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: En nuestro hogar ¿cómo nos ayudamos unos a otros diariamente? Cada miembro de la familia, si lo desea, puede responder en voz alta la respuesta.

Propósitos:
Después de la reflexión anterior, cada quien dirá cual será su propósito a cumplir en la semana.

Para orar:
Padre, que nos has dado una familia en la que todos nos ayudamos y somos felices, te pedimos bendecir nuestros trabajos y tareas de todos los días para que cumplamos con más ganas y alegría la tarea que nos toca hacer a cada uno de los miembros de esta familia en nuestro hogar. Amén.

Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de las manos y rezan juntos un padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

Para cantar:
Cantar la canción "Amar es entregarse"

Amar es entregarse olvidándose de sí
buscando lo que al otro pueda hacer feliz.

Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
Dar alegría, felicidad
Darse uno mismo, eso es amar.

Si te amas como a ti mismo
y te entregas a los demás,
verás que no hay egoísmo
que no puedas superar.

Qué lindo es vivir para amar
Qué grande es tener para dar
dar alegría y felicidad
darse uno mismo eso es amar.

Tercer domingo de advientoSer mejor en familia.
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las dos velas de los domingos anteriores, se apagan las luces y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 5, 13-16:
Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres.
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.
-Esta es palabra de Dios.
-Gloria a ti, Señor Jesús.

Vela:
Se enciende la tercera vela de Adviento.

Para reflexionar:
Después de la lectura anterior, se guardan unos minutos en silencio y se hace la siguiente pregunta: ¿qué hago yo para que mi familia sea mejor? Cada miembro de la familia puede responder en voz alta si desea.

Propósitos:
Cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito durante la semana y se comprometerá a cumplirlo.

Para orar:
Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean, Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor cada día. Amén.

Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de la mano y rezan juntos el Padre nuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

Para cantar: "Jesús ¿quién eres Tú?

Jesús ¿quién eres Tu?
tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón,
inquietas al fiel, prodigas perdón.
Tú, siendo creador,
me quieres a mí, que soy pecador.
Tú dueño y Señor
me pides a mí, salvar la Creación.
Jesú
s ¿quién eres Tú?
tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
Tú das paz al ladrón
inquietas al fiel, prodigas perdón.
Tú, dueño y Señor
me pides a mi salvar la creación
Jesús ¿quién eres Tú?

Cuarto domingo de advientoLa presencia de Dios en nuestra familia
Para empezar:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Se encienden las tres velas de los domingos anteriores y se lee la lectura del Evangelio según San Mateo 7, 24-25:
Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y dieron sobre la casa; pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca.
-Esta es palabra de Dios.
-Gloria a Ti Señor Jesús.

Vela:
Encender la última vela del Adviento.

Para reflexionar:
Guardar unos minutos en silencio y hacer la siguiente pregunta: ¿De qué manera se ha manifestado la presencia de Dios en nuestra familia durante el año? ¿Lo hemos dejado actuar o le hemos estorbado? Cada uno podrá responder si desea.

Propósitos:
Después de la lectura anterior, cada uno de los miembros de la familia, dirá cuál es su propósito para la semana y se comprometerá a cumplirlo.

Para orar:
Padre, que nos has dado una familia en la cuál te hemos conocido y amado, ayúdanos a vivir teniéndote siempre presente en nuestras vidas. Te pedimos que en esta Navidad nos regales el quedarte con nosotros en nuestros corazones y sentir que vives en nuestro hogar, en nuestras familias. Amén.

Para terminar:
Todos los miembros de la familia se toman de las manos para rezar juntos un Padrenuestro. Se encienden las luces y se canta una canción.

Para cantar: "El camino que lleva a Belén".

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón.
Ropo pom pom, ropo pom pom.

Ha nacido en un portal de Belén
el Niño Dios.
Yo quisiera traer a tus pies
algún presente que te alabe Señor
más Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor,
ropo pom, pom, ropo pom, pom