No nos dejan hacer nada más, ni
trabajar, ni estudiar ni a veces hasta hablar. Es como tener a alguien
incordiando las 24 horas del día sin dejar de hablar, encerrada dentro de tu
cabeza.
Te vamos a enseñar trucos para dejar
de pensar, que funcionan en base a nuestra experiencia. Te van a permitir
cuando desees, desconectar tu mente o como mínimo, pensar en otras cosas que te
hagan sentir mejor.
Métodos para dejar de pensar, cómo
sentirse bien con uno mismo y hacer callar tu cerebro:
Juega con tu mente un rato sobre este
concepto: ¿Cómo sería tu vida si te importase más sentirte bien tú mismo que
intentar de tener siempre la razón, querer estar siempre en lo cierto, querer
tener la última palabra en todo y ser visto de la manera que tú quieres?
Puede que sea complicado de explicar,
pero el ser humano, y sobre todo aquel que se preocupa demasiado, está
obsesionado en el deseo de querer tener la razón, y que lo que uno cree es lo
que es justo y bueno, y lo que cree otro es malo. Esta necesidad está en el
corazón del echo de sentirse mal y del pensamiento acelerado que tenemos en
casi todas las situaciones.
Repítete a ti mismo, como un mantra
del budismo, “Quiero sentirme bien, quiero sentirme bien, quiero sentirme
bien…” una y otra vez. Céntrate en el sentido de la palabra, elimina los otros
ruidos externos y internos y la mente hará el resto.
Puedes probar de imaginar algún
momento en el que te has sentido realmente bien mientras recitas la frase en tu
mente. O puedes dejar todo lo demás y centrarte solo en las palabras.
Muchos de nosotros tenemos una mente
muy rápida que nos permite recitar este mantra y tener diálogos con nosotros
mismos y preparar la cena, conducir o mirar un programa de la tele al mismo
tiempo.
Aquí es donde entra en juego el
enfoque, centrarse. Centrarse en sentirse bien. Centrarse en recitar esta frase
y realmente querer y desear sentirse bien.
Tú realmente quieres sentirte bien.
Funciona para mí siempre, siempre que me concentro lo suficiente y siempre
cuando realmente el deseo de sentirme bien es lo más importante para mí.
Entonces, me siento bien y encuentro que eso que me preocupaba ha desaparecido.
18 Consejos de cómo dejar de pensar
tanto:
“Pensar antes de hablar” es un dicho
que deberíamos practicar siempre, pero te puedes meter en problemas si evitas
actuar debido a que piensas demasiado, o si entras en un estado de angustia
incontrolable por el mismo motivo. ¿Quieres aprender a dejar de pensar tanto?…
1. Libera tus pensamiento:
Acepta que estás pensando demasiado.
Pensar al igual que comer, es algo que necesitamos para vivir, es por esto que
en ocasiones es difícil reconocer cuando nos estamos excediendo. Sin embargo,
hay varios signos de alerta que te pueden indicar si estás pensando demasiado.
Algunos de estos signos son
¿Te consume el mismo pensamiento una y
otra vez? ¿No realizas ningún progreso al pensar en esta cosa en particular? Si
es así, éste podría ser un signo de que debes dejar de pensar tanto y seguir
adelante
¿Has analizado la misma situación
desde muchos de ángulos? Si observas algo desde muchos puntos de vista antes de
actuar, se puede convertir en una conducta contraproducente.
¿Buscas la opinión de muchas personas
sobre cierto tema en particular? Si es así, entonces es hora de que te des
cuentas de que todas esas opiniones sobre el mismo tema sólo te pueden volver
loco.
2. Medita:
Si sientes que no eres capaz de dejar
de pensar, tienes que aprender a “dejar ir” tus pensamientos de forma deliberada.
Pensar es algo parecido a respirar; lo
haces todo el tiempo, incluso de forma inconsciente. Pero puedes aguantar la
respiración, si quieres hacerlo. Meditar te ayudará a dejar ir tus
pensamientos.
Sacar 15 o 20 minutos en la mañana
para meditar, puede tener un impacto significativo en tu habilidad para
mantenerte en el presente y dejar ir todos los pensamientos obsesivos.
También puedes meditar de noche para
tener un sueño más tranquilo.
3. Haz ejercicio:
Correr o incluso caminar rápidamente,
te puede ayudar a despejar tu mente de todo pensamiento para que te concentres
en tu cuerpo. Participar de actividades físicas como el yoga, las artes
marciales, o el voleibol, te obligará a concentrarte tanto en tu cuerpo que ni
siquiera tendrás tiempo para pensar.
Aquí tienes una lista con varias
actividades que puedes practicar:
Realiza una rutina en el gimnasio.
Tener que cambiar de máquina cada minuto (cuando termines el ejercicio),
evitará que te pierdas en tus pensamientos.
Ve de excursión. Estar rodeado por la
naturaleza viendo la belleza y la quietud a tu alrededor te ayudará a
concentrar en vivir el presente.
Ve a nadar. Nadar es una actividad
física tan exigente que no deja espacio para que divagues en tus ideas.
4. Di tus ideas en voz alta:
Una vez hayas dicho todo en voz alta
(incluso a ti mismo), empieza el proceso para dejar ir los pensamientos. Camina
un poco y reflexiona sobre el tema.
Cuando expresas tus ideas, empieza el
proceso para llevarlas al mundo real y sacarlas de tu pensamiento.
Puedes decir tus ideas en voz alta a
ti mismo, a tu mascota, o a un amigo de confianza.
5. Pide consejo:
Puede que hayas agotado tu capacidad
de raciocinio, pero otra persona te puede ofrecer una perspectiva diferente que
haga la decisión más fácil.
Esto te puede ayudar para que dejes de
pensar tanto en el problema.
Tu amigo te puede hacer sentir mejor,
te puede ayudar con tus problemas, y también te puede dar a conocer cuando
estás gastando mucho tiempo en pensar algo.
Además, para divertirte con un amigo
no tienes que pensar demasiado, ¿verdad? Es un comienzo.
6. Toma el control de tus
pensamientos:
Haz una lista con las cosas que te
preocupan. Ya sea que hagas la lista en papel o en ordenador, primero debes
definir el problema, escribir que opciones tienes, y por última listar los pros
y los contras de cada opción.
Ver tus pensamientos de forma física
también te ayudará a romper el ciclo de repetirlos en tu cabeza. Cuando no
puedas pensar en nada más que escribir, es porque tu mente ha dado lo máximo, y
es hora de dejar de pensar.
Si hacer una lista no te ayuda a tomar
una decisión, no tengas miedo de seguir tu intuición. Si dos o más opciones
parecen igual de buenas, pensar mucho no hará las cosas más fáciles. En este
tipo de casos, es cuando debes escuchar a tu intuición.
7. Lleva un diario y escribe en él las
cosas que te preocupan:
En lugar de estancarte pensando en la
misma cosa de forma persistente, escribe en tu diario todo lo que piensas en el
día. Al final de la primera semana, repasa lo que has escrito y haz una entrada
de las cosas que más te preocupan. Primero debes lidiar con dichas cosas.
Escribe en tu diario al menos un par
de veces por semana:
Esto te ayudará a acostumbrarte a la
idea de “tiempo para pensar” y te ayudará a aterrizar tus pensamientos, en
lugar de que te creen conflictos a lo largo del día.
8. Haz una lista con las cosas que
tienes que hacer:
Haz una lista con todas las cosas que
tienes que hacer durante el día.
A menos que “pensar” esté en tu lista
de prioridades, hacer una lista te permite ver que tienes cosas más importantes
que hacer que ¡quedarte sentando preguntandote sobre el significado del
universo!
La forma más rápida de organizar tus
pensamientos es convertirlos en acciones. Si piensas que no has dormido muy
bien últimamente, haz un plan para poder dormir un poco pronto en lugar de
¡preocuparte por no poder dormir!
La lista puede ser práctica y puedes
incluir temas importantes, como por ejemplo: “pasar más tiempo con mi familia”.
9. Fija un “tiempo para pensar” todos
los días:
Puede sonar un poco loco, pero dedicar
todos los días un momento para que te preocupes, dudes, sueñes, y te pierdas en
tus pensamientos, te puede ayudar a controlar tu mente de una forma más
productiva.
Si lo necesitas, toma todos los días
una hora para pensar. Luego, disminuye el tiempo a media hora. Si algo te
molesta durante el día y es inconveniente enfrentarlo en ese momento,
simplemente di a ti mismo “me preocupare por eso cuando sea mi hora de pensar”.
Puede sonar algo ridículo, pero tienes
que probarlo antes de juzgar.
10. Vive el momento:
Resuelve todos los problemas que
puedas.
Si tu problema es que piensas
demasiado en nada, te preocupas sin motivo alguno, o piensas en cosas que no
puedes controlar, entonces no hay mucho que puedas hacer para “resolver” ese
tipo de problemas que contagian tu pensamiento.
Pero, piensa en los problemas que
puedes resolver y haz un plan para resolverlos, en lugar de pensar, pensar, y
pensar sin hacer nada.
Aquí tienes un par de ideas que puedes
utilizar:
En lugar de pensar en si le gustas o
no a una chica, ¡actúa! Invítala a salir. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
Si te preocupa que te estés quedando
en la escuela o en el trabajo, haz una lista de todas las cosas que tienes que
hacer para tener éxito. ¡Y luego haz dichas cosas!
Si te gusta pensar mucho en “qué
pasaría si…”, haz las cosas más factibles de la lista.
11. Sé sociable:
Rodearte de las personas que amas te
ayudará a hablar más y pensar menos. Asegúrate de salir de casa al menos un par
de veces a la semana, y pon de tu parte para desarrollar relaciones
significativas y duraderas con al menos dos o tres personas cercanas, con las
que puedas salir. Estarás mucho más propenso a pensar en exceso si pasas mucho
tiempo solo
El tiempo a solas definitivamente es
bueno, pero es importante mezclar tu rutina con tiempo para salir con tus
amigos, relajarte, y divertirte.
12. Práctica un nuevo hobby:
Saca tiempo para explorar algo
completamente nuevo y fuera de tu zona de confort. Un nuevo hobby
(independientemente de cuál sea) te mantendrá concentrado en la tarea que
tienes que realizar y también en conseguir resultados.
No pienses que ya sabes bien qué es lo
que te gusta y que no necesitas más distracciones.
Probar un nuevo hobby te puede ayudar
a vivir el momento y concentrarte en tu expresión artística, en tus habilidades
manuales, etc.
13. Baila:
Existen muchas formas de baile, puedes
hacerlo solo en tu habitación, en un club con tus amigos, o incluso tomando
clases de baile como el tap, el jazz, el vals, o la salsa. Independientemente
de la forma de baile que practiques, podrás mover tu cuerpo, escuchar la letra,
y vivir el momento. No importa si no bailas muy bien.
De hecho, de esa forma tendrás que
concentrarte más en tus movimientos y menos en tus pensamientos conflictivos.
Tomar clases de baile es una buena
forma de empezar un nuevo hobby y bailar.
14. Explora la naturaleza:
Sal y mira los árboles, percibe el
aroma de las rosas, y siente el agua fresca sobre tu rostro. Eso te ayuda a
vivir el momento, te conecta con la naturaleza y la no permanencia de nuestra
existencia, para que así puedas ver el mundo que existe fuera del que creaste
en tu cabeza. Ponte tenis, bloqueador solar, y sal de tu habitación.
Incluso si no te gusta mucho salir de
excursión, trotar, montar bicicleta, o practicar surf, ponte de meta recorrer
el parque al menos una o dos veces a la semana, salir de viaje con tus amigos a
un lugar natural tus próximas vacaciones, o simplemente ir a algún lugar donde
puedas observar las montañas rodeadas por un hermoso lago cristalino.
Pero si esto te parece demasiado,
simplemente sal de tu casa. Salir y recibir un poco de sol te hará sentir más
feliz, más saludable, y con menos ganas de pensar.
15. Lee:
Concentrarte en los pensamientos de
otras personas no sólo te otorga una mejor visión de las cosas, también te
ayuda para que dejes de pensar tanto en ti. De hecho, leer biografías
inspiradas en hombres y mujeres “de acción” te puede mostrar que detrás de cada
gran pensamiento, hay una idea del mismo valor. Leer libros también te permite
adentrarte en nuevos mundos de fantasía, lo que también es bueno.
16. Haz una lista de agradecimiento:
Haz todos los días una lista con al
menos cinco cosas por las que te sientas agradecido. Esto te servirá para que
te concentres en cosas y personas en lugar de pensamientos. Si hacer una lista
todos los días te parece demasiado, haz una lista cada semana. Haz algo
diferente. Cada detalle cuenta, incluso que la mesera llene gratis tu taza de
café.
17. Escucha música:
Escuchar una hermosa canción te puede
poner en contacto con el mundo fuera de tu mente. Puedes hacerlo asistiendo a
un concierto, poniendo música en tu auto, o incluso sacando tu viejo tocadiscos
y escuchando un par de discos de vinilo. Cierra tus ojos, sumérgete en la
melodía, y vive el ahora.
No tiene que ser Mozart o algo con un
profundo significado. ¡Escuchar música pop también puede servir!
18. Ríete más:
Rodéate de personas que te hagan reír.
Ve a ver una obra de teatro, una comedia o un programa de televisión con un
elenco divertido que te haga reír. Mira videos graciosos en YouTube. Haz lo que
sea que tengas que hacer para reír un poco y no preocuparte por las cosas que
rondan tu cabeza. No subestimes la importancia de la risa en una buena salud
mental.
Conclusión
Ten en cuenta que no eres el único,
todo el mundo piensa (en ocasiones de forma obsesiva). ¿Por qué crees que
dormimos? ¡Para poder descansar de todo esa carga de ideas!
No te sumerjas en el pasado,
especialmente si es negativo o abrumador.
Debes saber que sumergirte en
situaciones que te saquen del presente puede ser peligroso y puede dejarte más
confundido.
Utiliza tus pensamientos sólo con
buenas intenciones; así te convertirás en mejor persona.
No te auto desapruebes a medida que
piensas. Hacerlo aumenta la ansiedad y el círculo vicioso de pensamientos.
Siéntete cómodo con las situaciones y respuestas aunque no sean las que
quieres.
Acepta la decepción y déjala ir.
Repite “ya termino y aunque no conseguir lo que quiero. Sobreviviré”. Utilizar
la palabra “sobreviviré” lo hacer parecer como un asunto de vida o muerte. La
mayoría de veces simplemente te reirás porque te darás cuenta de la trivialidad
de los hechos y de la presión innecesaria que pones sobre tus hombros.
Juega con tu mascota. Es una gran
forma de salir de tu mente. Tu mascota te hará reír mostrándote que son las
cosas pequeñas las que importan.
Cuando te sientas abrumado por tus
pensamientos, toma un momento para relajarte y analizar la situación.
Sé neutral, y utiliza tu cerebro para
comunicar la información de forma efectiva.
El procesador neurológico de los
pensamientos y acciones funciona de forma efectiva cuando los cambios
hormonales y niveles de adrenalina son mínimos
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