Atributo:
Dios inspirador.
Planeta:
Marte.
Coro
Angélico: Potestades.
Sefiráh:
Gueburá.
Horario de
regencia: de 10 a 10:20 horas.
Se
lo invoca para:
·
Resolver
temas en la profesión.
·
Resolver
problemas muy difíciles.
·
Tener
revelaciones.
Los
nacidos bajo su regencia:
Está dotado
de mucho coraje para enfrentar los obstáculos más difíciles, pero deberá tener
mucha cautela con el poder porque el abuso de este, puede ser terriblemente
perjudicial. Tendrá protección natural y su fortuna se basará en sus talentos.
Su YO superior programa en Su YO inferior, un don magnífico para estudiar y
aplicar sus conocimientos sobre las fuerzas naturales para el bien de la
comunidad. Apreciará los libros antiguos de historia y arqueología. Tendrá gran
curiosidad por descubrir lo acontecido en otras encarnaciones, para responder
sus dudas, entender su alma y su existencia. Su lema es cuerpo sano en mente
sana y para conseguir este equilibrio podrá hacer dietas alimentarias y
practicar reportes. Amará a la naturaleza y a los animales y cuidará con celo
su preservación. Su casa podrá ser como un verdadero zoo. Sus principales
características serán: estabilidad y gran riqueza interior, amando siempre la
verdad y el orden.
Cita
bíblica:
Soberano Señor, relataré tus obras
poderosas,
y haré memoria de tu justicia,
de tu justicia solamente.
y haré memoria de tu justicia,
de tu justicia solamente.
Salmo 71:16
LECABEL:
‘LA INDUSTRIA DE LOS LOGROS’
Ningún otro
pueblo podía compararse al esplendor de Noum. En este rincón de la tierra
parecían reunirse caprichosamente todas las riquezas posibles de imaginar, pero
la razón de esta abundancia no era cosa del azar.
Noum contaba
con la mayor industria jamás antes conocida, producían “logros”, si tal y como
se lo digo. Créanlo.
La
producción crecía cada día más y más. La eficiencia de esta industria estaba
demostrada, con muy pocos obreros, pero con una tecnología muy avanzada, habían
conseguido crear nada más y nada menos que “logros”.
De todos los
lugares de la tierra se desplazaban hasta el pueblo de Noum buscando ese
codiciado producto que habría de permitirles alcanzar todo cuanto se
propusiesen. Por esa razón su riqueza no tenía comparación.
Pero al cabo
del tiempo algo vino a cambiar el destino de Noum, pues de repente la vegetación
que poblaba los bosques cercanos al pueblo, así como las cosechas de los campos
vecinos comenzaron a secarse debido a un brote extraño de enfermedad que
atacaba las raíces de las plantaciones.
Sin embargo,
aquella tragedia parecía no preocupar a nadie, pues lo único que les importaba
en aquellos momentos era acumular “logros y más logros”.
Cegados por
esa codicia, no entendían lo que estaba pasando. Si no ponían remedio a la
situación, pronto, muy pronto, los campos fértiles se convertirían en tierras
desérticas.
Los ríos
comenzaron a secarse y la escasez de agua fue lo que despertó el dormido
interés por lo que estaba ocurriendo.
Pero cuando
quisieron darse cuenta ya era demasiado tarde. Toda la comarca quedo devastada
por la enfermedad que había azotado la vegetación.
Alguien dijo
en voz alta:
-No os
preocupéis, tenemos en nuestras manos la máquina de los “logros”, ella nos dará
la solución para poner fin a esta situación.
Pero todo
fue inútil. Los campos se resecaron aún más, y lo que todos habían admirado
como la tierra de la riqueza, quedo en manos de la pobreza y de la desolación.
Cuando todo
parecía perdido, cuando todos habían comprendido que su alocada ambición por
conseguir logros, les había llevado a aquella destrucción, trono una trompeta
en el cielo, desde donde partió una profunda voz:
-Atended
habitantes de Noum, vuestra gula ha secado las aguas de los ríos, y podrido las
raíces de las plantas. Sabed que he sido mandado por Elohim-Hesed para que
lleve a vuestras almas turbadas un nuevo cantico de felicidad. Dejare en
vuestras manos la semilla de la prosperidad, sembradla en la tierra y amadla
con el mismo ardor como habéis amado vuestra ambición. No busquéis los logros
sin esfuerzos. Trabajad la tierra y esperad que los frutos maduren a su tiempo.
Y así lo
hicieron. El pueblo de Noum volvió a convertirse en un pueblo prospero, pero a
partir de ese día, otros muchos pueblos compartirían su mismo secreto.