Atributo: Dios oculto.
Planeta:
Marte.
Coro
Angélico: Potestades.
Sefiráh:
Gueburá.
Horario
de regencia: de 8:20 a 8: 40 horas.
Se lo
invoca para:
·
Ayudarnos a ganar procesos
judiciales.
·
Descubrir conspiraciones.
·
Ayudarnos a buscar la verdad y nos
lleva a contemplar las cosas divinas.
Los
nacidos bajo su regencia:
Aspecto
evolucionado: es justo y benevolente. Gusta de los afectos sólidos y las
soluciones lógicas. Está dotado de compasión y equilibrio. Sabe que las leyes
terrenas pueden y deben ser cambiadas. Respeta las leyes del universo y
considera la palabra destino como sinónimo de cambio y renovación. Trabaja
incansablemente en búsqueda de conocimiento para edificar sus ideales. Gusta de
viajar y se adapta fácilmente al clima, a las personas y al idioma. Tendrá
acceso a las altas esferas sociales y gubernamentales y será un mensajero
de la paz, colaborador consciente de la providencia divina. Con una misión
trascendental será un restaurador del orden divino, un jefe secreto de la alta
magia blanca, aún sin tener conciencia de esto pues su espíritu está ascendido,
no significa que su conciencia y cuerpo lo estén.
Cita
bíblica:
Con todo
el corazón clamo a ti, Señor;
respóndeme, y obedeceré tus decretos.
respóndeme, y obedeceré tus decretos.
Salmo
119:145
HAAIAH: ‘EL PODER
DE LA HONESTIDAD’
Aquel
día en el colegio se había despertado una viva expectación, pues se iban a
nombrar a los responsables que hablan sido elegidos para dirigir las
delegaciones de cada curso.
Nuestro
protagonista, conocido por el “político”, el joven Haaiah, formaba parte de las
listas de candidatos y tenía muchas esperanzas en conseguir el puesto de
delegado.
En
su campaña de presentación, Haaiah había sido muy diplomático y prometió una
serie de mejoras que no olvidarían fácilmente sus electores. Fue muy bondadoso
en sus discursos y derrocho mucha energía en convencer a todo el mundo de que
el era el mejor candidato para defender sus intereses ante la administración, y
al parecer esos esfuerzos no fueron del todo en vano, ya que el “político” fue
elegido por mayoría para desempeñar el cargo.
A
partir de ese momento, deberla trabajar duro para no defraudar a las personas
que habían depositado su confianza en él. Estaba convencido de que lo haría
bien y de que todos estarían contentos con sus acciones.
Tratarla
de llevar a cabo su promesa de ser un delegado justo y ecuánime, responsable,
luchador hasta desfallecer y muy comunicativo. Sí señor, ese era su lema. Ese
era el. Debía convertir aquel lugar en un paraíso en el que todos encontraron
la felicidad.
Con
esos pensamientos aun en la mente, Haaiah fue viendo cómo iba pasando el tiempo
y mucho de los objetivos que tenía en proyecto aún no había podido conseguirlos
y algunos de ellos ni tan siquiera abordarlos.
Comprobó
que enfrentarse a la administración no era cosa fácil, pero aquellos
contratiempos no iban a suponer un fracaso, y decidió ponerles las cosas
difíciles. Movilizo a sus compañeros para que respaldasen una huelga y lo
consiguió. Estaba seguro de que aquello iba a resultar efectivo y de que la
Dirección accedería a aceptar las condiciones que exigían.
Pero
cuando creía tener la victoria en sus manos, fue llamado para que compareciera
ante la Junta del colegio.
Pensó
nuestro amigo que desearían negociar, y se dijo que no cedería lo más mínimo.
-Pase
usted joven -invito una voz amablemente -. Permítame que hable en nombre de mis
compañeros, pues deseamos proponerle un trato que estamos seguros un chico tan
inteligente como tú no podrás rechazar.
-Usted
dirá señor Director – contesto el joven Haaiah pensando tener la partida ganada
-.
-Pues bien, hemos podido apreciar que es
usted muy eficaz como delegado de curso, y pensamos que es una pena que un
talento como el suyo se desaproveche en cuestiones tan simples como defender
los intereses de un solo curso. Nuestra propuesta es pedirle que trabaje usted
para la administración y nos represente en el Consejo General como secretario. ¿Que
nos contesta?.
El
“político” no acababa de salir de su asombro. Sabía que le estaban comprando. Sabía
que si aceptaba iba a traicionar a sus compañeros, pero era tan seductora la
propuesta. Era lo que siempre había soñado.
Todo
parecía indicar que iba a aceptar la proposición, sin embargo, de sus labios
surgió una negativa.
-No,
no acepto su ofrecimiento. Les estoy muy agradecido, pero no puedo aspirar a un
poder cuando el precio es la traición a mis amigos.
Así
fue como Haaiah siguió luchando por la verdad, y ahora lo haría con un poder
que nadie le podía arrebatar: la HONESTIDAD.
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