Atributo: Dios conocedor de todas las
cosas.
Planeta:
Júpiter.
Coro
Angélico: Dominaciones.
Sefiráh:
Jesed.
Horario
de regencia: de 10:40 a 11 horas.
Se lo
invoca para:
·
Reconocer a las personas traidoras y
descubrir sus planes.
·
Traernos revelaciones sobre nuestros
defectos y actitudes erradas.
·
Poner en evidencia situaciones
ocultas.
Los
nacidos bajo su regencia:
Será
considerado un arquetipo de las obras de Dios. Estará usado por el mundo
Angélico y su lucha será siempre para defender el bien. Comprensivo, simpático
y amoroso, estará siempre bien relacionado y tendrá el reconocimiento de todos.
Sabrá controlar su mundo interior adaptándose a la realidad y no permitiendo
que las ilusiones lo sobrepasen. Luchará por desarrollar sus tendencias
espirituales que son del mayor grado de elevación. Será benéfico a sus
semejantes iluminándolos con sus buenas acciones. Luchará porque las personas
no sean ignorantes, contribuyendo con aulas o recursos financieros para esta
buena causa. Será un amigo bien y deberá ser muy cauteloso al elegir pareja
porque necesita un hogar tranquilo para poder tener una personalidad
equilibrada.
Cita
bíblica:
El Señor
conoce los pensamientos *humanos,
y sabe que son absurdos.
y sabe que son absurdos.
Salmo
94:11
YEHUIAH: ‘EL VALOR
DE UN GUERRERO’
Las
trompetas de palacio tronaron una y otra vez anunciando la llegada del gran
guerrero.
Sus
hazañas heroicas y el triunfo en las batallas habían creado una leyenda de él
que le precedía ante la euforia del pueblo, que aclamaban su valor y gloria.
Yehuiah
era adorado por todos. Los reyes lo respetaban y los Dioses le otorgaban su
poder y su gracia.
Muchos
pensaban que era un elegido y que le habían dotado del divino don de la
inmortalidad.
En
aquel día de honores, Yehuiah sería nombrado Príncipe de todos los ejércitos y
Supremo Guardián del Orden. Con aquellas condecoraciones colmaban los límites
de la bravura y del valor.
Con
sus ultimas batallas, Yehuiah había conseguido eliminar a todos los enemigos
del reino, llevando la paz a su rey. Así y durante los años venideros, toda la
región vivió días muy felices.
Con
la paz renació la prosperidad y la abundancia. Se respiraba salud y bienestar y
todos convivían en la plenitud.
Aquella
tranquilidad que al principio significaba una experiencia gozadora comenzó a
convertirse en una situación monótona que ponía muy nervioso especialmente a
aquellos que estaban acostumbrados a la acción bélica.
Fue
por este motivo que a espaldas de Yehuiah se estaba fraguando una maliciosa
acción que trataría por todos los medios de acabar con él. Aquella traición
estaba dirigida por su lugarteniente, su hombre de confianza, que veía como su
admirado jefe se convertía en un ser débil y blando.
Con
su astucia consiguió reunir a 6 hombres a los cuales prometió grandes riquezas
y honores si le ayudaban a poner fin a la vida de Yehuiah. La falta de
escrúpulos y el afán de poder, hizo que aquellos hombres apoyaran las
maquinaciones del traidor y le ayudaran a cumplir su plan.
Aprovecharon
la oscuridad de la noche para confundirse entre las sombras y llegar sin ser
vistos hasta las habitaciones privadas de Yehuiah.
Este
dormía a esas horas y no podía sospechar el peligro que le acechaba.
Los
traidores no tuvieron dificultad para burlar la guardia y ya se dirigían al
lugar donde el valiente guerrero reposaba su cuerpo.
Mientras
tanto y cuando ya el puñal de aquel malhechor se dirigía hacia su corazón,
Yehuiah que se encontraba en el mundo de los sueños sintió como una voz lo
avisaba:
-Despierta
Yehuiah, tu vida está en peligro.
De
repente y cogiendo por sorpresa a los asesinos que trataban de darle muerte,
Yehuiab salto del lecho y empujó su espada. No fue necesario el combate pues el
miedo puso alas a los pies de los traidores.
A
la mariana siguiente Yehuiah desvelo el misterio y acuso a su lugarteniente de
traidor. Pudo sentenciar su acción con la muerte, pero prefirió respetar la paz
y dejo que se marcharse de la ciudad, donde no podría volver jamás.
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