Atributo: Dios que muestra la verdad.
Planeta: Sol.
Coro Angélico: Principados.
Sefiráh: Tiferet.
Horario de regencia: de 15: 20
a 1 5:40 horas.
Se lo invoca para:
Que nos conceda protección contra
escándalos e inmoralidades.
Que la verdad brille en situaciones
ocultas y para que nos guíe hacia un comportamiento adecuado.
Comprender las cosas divinas
representadas en la naturaleza.
Los nacidos bajo su regencia:
Quien nace bajo su regencia será
dulce, tierno y tendrá carácter agradable y se destacará su carisma. Es justo
por excelencia, incorruptible y de fe elevada. La verdad será una constante en
sus actitudes, es extremadamente dinámico viviendo su día a día aprovechando
cada segundo para la realización de cada
idea que surge. Irá más allá de sus propias fuerzas, pero sin agotarse. Es
elegante y firme y tiene un gran autocontrol. Estará sujeto a sacrificios en
pos de sus ideales. Su aura de sabiduría se verifica como señal en su frente.
No le agradan las confusiones, principalmente las de orden sentimental. Es
orgulloso sin ser snob y acepta sinceramente las doctrinas de otras personas.
Estará siempre cambiando la forma sin alterar la esencia divina.
Cita bíblica:
Oh Señor, ¡cuán imponentes son tus
obras, y cuán profundos tus pensamientos!
Salmo 92:5
ASALIAH: ‘VIDA MAS ALLA DE LA MUERTE’
Cuando todos los niños se divertían
jugando entre ellos, raramente podríamos encontrar a Asaliah en el grupo
participando del juego.
Había algo que le interesaba mucho más
que aquellos entretenimientos infantiles, al menos así lo veía el que no
contaba mayor edad que sus compañeros.
En aquellos momentos, al joven lo
único que le preocupaba era atrapar algún saltamontes o incluso algún ratón para someterlo a sus
investigaciones científicas.
Si, ya saben a qué dedica su tiempo
libre el extravagante Asaliah. Su mayor ilusión era conocer el porqué de las
cosas, y en aquel día se preguntó porque el saltamontes era verde y saltaba con
tanta facilidad.
Con un cuchillo muy afilado le abrió en dos
partes y cuál fue su alegría al encontrar que aquellas partículas verdes que
hallo en su interior debían ser la razón por la que el saltamontes era verde.
En verdad lo que habla descubierto
eran los restos de comida que el pobre insecto había ingerido momentos antes de
ser atrapado.
Con el paso de los años, Asaliah no
cambio en absoluto, es más, se había convertido en un joven muy inteligente que
acababa de decidir que iba a ser en el futuro.
Médico, iba a ser un buen médico.
Durante los primeros años, Asaliah
puso mucho interés en sus estudios y gracias a ello fue obteniendo muy buenos
resultados.
Había llegado el momento que siempre
había esperado, las practicas de anatomía. Tenia la oportunidad de conocer que
había en el interior del cuerpo humano. Siempre había soñado con aquel momento.
Allí estaba, delante de un cuerpo sin
vida. El profesor iba explicando uno a uno los órganos, y Asaliah sin poder
controlarse se anticipaba a este, y antes de que dijera el nombre ya lo había
hecho el.
Asaliah se sentía muy impresionado por
todas aquellas experiencias, pero aun lo estaría más cuando viviese los
acontecimientos que le aguardaban en aquella noche.
Acababa de abandonarse en manos de la
dama del sueño, cuando de repente se encontró en el hospital donde realizaba
sus estudios. Junto a el un extraño personaje, con el que parecía tener una
misteriosa relación, le guiaba.
-Acércate Asaliah y observa -dijo su
acompañante, al tiempo que le señalaba unas escenas -.
Ante el joven apareció un hombre
moribundo. Estaba muy enfermo y acababa de parársele el corazón.
Inmediatamente, acudieron el médico y las enfermeras e intentaron reanimarle,
pero no pudieron conseguirlo. En ese momento, del cuerpo del recién fallecido
surgió un cordón de luz, y poco a poco esa luz adopto fuera del cuerpo sin
vida, su misma imagen.
Asaliah entonces se dio cuenta que
estaba en el mundo de los muertos, y ante el se encontraba el espíritu del
recién fallecido.
-¿Pero cómo puede ser esto? -pregunto
a su acompañante -, yo nunca pensé que la vida continuase tras la muerte.
-Sigue mirando Asaliah, observa y no
pierdas detalles -volvió a aconsejar su acompañante -.
El espíritu que acababa de salir del
cuerpo del fallecido sintió un profundo dolor. Asaliah quiso saber porque, y
averiguo que estaban practicándole una autopsia. Eso que tantas veces el había
hecho a saltamontes y ratones.
Aquel espíritu quedo privado de la
posibilidad de aprender de las experiencias que había vivido. De este modo era
sentenciado a volver a vivirlas.
Asaliah volvió a su cuerpo y se sintió
agotado. Aquellas vivencias le habían afectado tanto.
Aquel día en el instituto anatómico
del hospital debía participar en una autopsia, pero Asaliah no lo haría. Quiso
convencer a los profesores del error que estaban cometiendo, pero le tomaron
por loco.
Desde entonces, el inteligente joven,
se entregó a la defensa de los derechos de los fallecidos y con su trabajo
consiguió que aquellas prácticas cesasen. Muchos espíritus se lo agradecerían
de veras.
3 comentarios:
Creo en mi angel
Me ayudan mucho al rezar todos los da ,,gracias desde Asuncion del Paraguay
Creo en mi angel
Me ayudan mucho al rezar todos los da ,,gracias desde Asuncion del Paraguay
bendiciones
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