Nombre: Iezalel “Dios Glorificado
sobre todas las cosas”.
Coro: Querubines, Ángeles al servicio
de Hochmah-Amor.
Planeta: Júpiter
Lo que otorga:
Fidelidad conyugal y reconciliación
entre esposos.
Feliz memoria.
Habilidad en la ejecución de cualquier
tarea.
Para conseguir favores de los
superiores.
Protección contra el error, la
ignorancia y la mentira.
Lección: Ser el reconciliador.
Cita bíblica:
¡Aclamen alegres al Señor, habitantes
de toda la tierra!
¡Prorrumpan en alegres cánticos y
salmos!
Salmo 98:4
Iezalel: “Un sueño reconciliador”
Sol no recordaba una mañana tan triste
como aquella que anunciaba el nuevo amanecer.
Con el rostro apesadumbrado y ojeroso
por el llanto que no cesaba de ahogar su garganta, nuestra pequeña protagonista
apenas si podía encontrar una razón para seguir conviviendo en aquel lugar, en
el que hasta entonces había crecido feliz.
Aún podía oír como lo estuviera
viviendo una y otra vez, la conversación que mantuvieron sus padres. No
comprendía muy bien porque motivo discutían tan acaloradamente. Su madrea
acusaba a su padre de que nunca estaba en casa, y su padre molesto por ese
comentario, se quejaba de que ella no podía controlar su vida.
Mal estaban las cosas -pensó Sol-, y
buscando una razón, se dijo que tal vez la culpable de que sus padres
discutiesen era ella, y lo mejor que podía hacer para ayudarles era marcharse
de casa, así no tendrían por qué preocuparse.
Convencida de que hacia lo correcto,
escribió una nota a sus padres en la que decía los motivos de su huida.
Aprovechando la oscuridad dela noche, la pequeña sol se confundió entre las
sombras y abandonó su hogar, estaba segura de que era lo mejor para todos, pero
no pudo evitar que su única compañera en aquella desesperada aventura fuese la
tristeza.
Cuando amaneció a la mañana siguiente,
Sol se encontraba muy lejos de su hogar. Había caminado durante toda la noche y
ahora se sentía agotada, por lo que buscó cobijo entre unos árboles donde quedó
profundamente dormida. Durante su sueco, se encontró con un Ángel que la llamó
por su nombre:
-
Sol, Sol, soy Iezalel, el ángel de la Fidelidad. He visto que algo te
preocupa y quiero ayudarte -le dijo en tono muy dulce-.
Sol que no se sintió muy asombrada, le
contestó:
-
Creo que nadie podrá ayudarme, puesto que el problema lo he causado yo
misma, y debo ser yo quien lo arregle.
-
Tu acción es muy noble, pero tal vez debas saber algo.
Y diciendo esto, el ángel le mostro
unas imágenes donde pudo comprobar el profundo dolor de sus padres, que
abrazados lloraban la pérdida de su hija.
Sol quedo tan impresionada que se
despertó con profunda ansiedad. Debía volver cuanto antes a casa, pues sus
padres la necesitaban para ser felices.
Y así fue, cuando sus padres la vieron
regresar, se fundieron con ella en un estrecho abrazo. Sol había reconciliado a
sus padres y de paso había aprendido que EL AMOR ES SIEMPRE UN LAZO DE UNION.
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