Nombre: Lelahel: “Dios loable”
Coro:
Serafines, Ángeles al servicio de Kether-Voluntad.Angel
Lo
que otorga:
·
Curación de las enfermedades.
·
Iluminación espiritual.
·
Renombre y fortuna en el mundo de
las artes y las ciencias.
·
Conseguir el amor de una persona
afortunada.
·
Protección contra la tentación de
adquirir la fortuna por medios ilícitos.
Lección:
Controlar la ambición desmesurada.
Sefiráh:
Keter
Planeta:
Neptuno
Cita
bíblica:
El
vengador de los inocentes se acuerda de ellos;
no pasa por alto el clamor de los afligidos.
no pasa por alto el clamor de los afligidos.
Salmo 9:12
Los
nacidos bajo su regencia:
Tendrá
mucha fuerza para cortar el mal. Es dotado de gran idealismo y equilibrio.
Estará siempre prestó a ayudar a quienes lo necesitan, llegando a hacer
sacrificios actuando de forma desinteresada. Es portador de una joya “rara”
llamada Luz interior, pero algunas veces le puede faltar fuerza de voluntad e
inclusive abandonar el campo de batalla. Pero en esta situación busca renacer
sobre sí mismo. El símbolo que se puede asociar es la serpiente que se muerde
su propia cola como símbolo de renacimiento. Siente la protección de Dios y del
mundo angélico, pudiendo tener un fuerte contacto psíquico con su Ángel y puede
conectar también con inteligencia de otras galaxias. Tiene gran facilidad para
captar mensajes entrando en sintonía con el mundo de los espíritus e
inclusive de forma inconsciente podrá mover objetos. Podrá desarrollar de forma
científica los conceptos que le son enviados desde el astral, pudiendo a través
de análisis de textos tradicionales, simplificar los conocimientos para qué
todos puedan entender la belleza de las ciencias de los ángeles. Trabajará para
ser un hombre honrado y conocido por todos y usará su conocimiento para grandes
causas, principalmente mejorar el nivel de vida y conciencia y de la humanidad.
Por ser adepto a las ciencias tecnológicas no convencional, tendrá ideas para
la construcción de hospitales, para utilizar curas espirituales, por ejemplo
con la utilización de cristales.
Lelahel: “El poder
de la luz”
Durante
cinco largos y penosos días, la tierra permaneció en la más completa oscuridad
y en este periodo la humanidad quedo en manos del arbitrario poder de los seres
de las Sombras.
Cada mañana al amanecer, el Sol era raptado y hecho prisionero por los Señores
de las Tinieblas, y el mal crecía y se multiplicaba entre los hombres que parecían
complacerse en aquella enfermiza dicha.
La
humanidad vivía sumergida en una horrible pesadilla, pero parecía estar
hipnotizada por un misterioso hechizo que le hacia sentir un extraño placer por
el vicio.
Todo
comenzó cuando Kethip, el supremo rey de las tierras del Centro, seducido por
un sueño de poder, violo la Sagrada Morada de los Dioses, donde crecía el Gran Árbol.
Disfrazado
con una túnica de sabio, el ambicioso rey burlo la guardia de los Querubines
que custodiaban el Templo. Llego hasta el lugar donde crecía el poderoso Árbol
y se apodero de uno de sus frutos dorados.
Desde
aquel día, la oscuridad de la noche surgió de los abismos y el Sol quedo
destronado del firmamento. El rey Kethip feliz de haber podido vencer a los
Dioses, llevo aquel fruto a su reino y a todos conto su hazaqa. Todos le
aclamaron y veneraron como el mas heroico de los reyes. Esculpieron estatuas en
su honor, y muchos quisieron imitar su ambición apoderándose de los frutos que
otros habían trabajado.
En
aquellos cinco días, fueron muchos los que se enriquecieron y fueron muchos los
que empobrecieron. El poderoso pisaba al débil y todos luchaban por ser
poderoso.
Una
batalla infernal surgió en cada comarca, en cada pueblo, en cada aldea y en
cada trozo de tierra, y pronto aquella guerra de poder tan solo les llevo a la
enfermedad y a la depresión.
Pero
a pesar de toda aquella agonía, aun había un rayo de esperanza para salvar a la
humanidad, pues en la más profunda oscuridad de cada hombre, todavía parpadeaba
un tenue rayo de luz.
Esa
luz agonizaba y estaba a punto de extinguirse, pero entonces fue cuando todo
cambio.
Desde
la morada de los dioses se seguía muy de cerca la tragedia que asolaba la
tierra de los hombres. Sintieron una profunda compasión porque su destrucción
estaba cerca, pero no podían consentirlo, y por ello, mandaron a un enviado
cuyo nombre era Lelahel.
-
Ve al mundo de la oscuridad y mézclate entre ellos, tu mision será engrandecer
la llama que se está consumiendo.
Y
así lo hizo, Lelahel se dirigió a aquel reino oscuro y a su llegada los seres
de las Sombras temblaron, pues reconocieron en El, el sello del Enviado.
Los
Señores de las Tinieblas viendo peligrar su gobierno intentaron evitarlo, pero
el corazón de Lelahel no era sensible a la ambición, ni su mente se dejaba
seducir por la ilusión.
La
chispa de la Luz fue creciendo y en aquel nuevo día el sol logro vencer el
asalto de la oscuridad. Lucio con fuerza y fue tanta su vitalidad que la salud volvió
a los cuerpos enfermos.
Desde
aquel día, la Luz siempre prevalecería sobre las tinieblas.
1 comentario:
Mi Ángel, gracias Lelahel, estoy eternamente agradecido a vos 💖
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